domingo, 27 de octubre de 2019

"Tra(ns)ición" por Carlos Ibáñez Q.

OPINION


Carlos Ibáñez Quintana

Dr. Ingeniero

Ahora-Información, 21-X-2019

Tra(ns)ición

Con motivo de los conflictos de Cataluña, don Alejo Vidal Quadras ha hecho unas manifestaciones en el programa de Intereconomía, recalcando que se está destrozando la magnífica operación de la Transición. Otros muchos personajes, de la derecha del sistema actual, se han referido a la Transición, con grandes elogios a la misma.
Como carlista que ha vivido el franquismo y la Tra(ns)ición, me permito afirmar que no hubo tal Transición, sino una inmensa Traición.
Fue inevitable
La traición no fue obra de un día. Se preparó a lo largo del gobierno del General. En un artículo anterior hemos llamado la atención sobre el hecho de que, durante el mismo, no se hizo lo necesario para la restauración de la España tradicional. Que era en lo que tenían que haber terminado el Alzamiento y la guerra posterior.
Son muy conocidas las dificultades que tuvo el general Mola para conseguir el apoyo de los carlistas. Mola no podía aceptar las condiciones que le ponían, a saber:
1º Anulación de la legislación anticatólica.
2º Salir con la Bandera rojo y gualda.
3ºSupresión de los partidos políticos como elemento de gobierno.
Transigió Mola por influencia de Sanjurjo. No podemos saber de la sinceridad de Mola, ni de nadir, cuando lo aceptó. Pero el hecho real es que a los dos meses de la guerra las dos primeras condiciones ya estaban cumplidas. Y no por la fuerza que pudieron hacer los carlistas, sino porque era lo que procedía para que los españoles se incorporasen a la lucha. Se generalizó el grito de ¡Por Dios y por España! Y bajo el mismo se consiguió la victoria. Lo que nos dio la victoria, el espíritu de la España tradicional, era lo único que podía haberla asegurado. No se hizo y ahora venimos pagando las consecuencias.
La Tra(ns)ición no fue obra de ningún genio personal. Ni de una colectividad impulsada por un espíritu superior. La Tra(ns)ición fue algo inevitable dada la trayectoria que había seguido el régimen. Sus ejecutores materiales eran continuadores de quienes lograron la victoria de 1939. Se ha querido ensalzar la participación de los vencidos de entonces. ¡Pura retórica sin fundamento! Se encarece lo que cedieron para llegar al acuerdo. No cedieron nada. Porque, derrotados y exiliados, nada tenían. Se limitaron a aceptar lo que les daban los vencedores. Y su postura era la única que podían adoptar.
Lo que las derechas del sistema actual ven como una postura generosa de los vencidos en 1939, nosotros lo vemos como un “déjame entrar que yo haré lugar”. Entraron aquellos que, de momento, no exigieron la exhumación de Franco, ni incendiaron Barcelona. Pero hicieron lugar a los que en el fondo ya estaban proyectando ambas hazañas.
Y las derechas que abrieron la puerta a los partidos vencidos no fueron generosos, sino culpables de una inmensa ceguera política, cuando no de una traición.
Los carlistas lo veíamos venir. Mientras por la televisión presenciábamos la jura de los Principios del Movimiento Nacional, recordábamos el refrán vasco: oien itza ta oraren putza, bardin (la palabra de esos y el cuesco del perro, los mismo)
Por eso no hacemos ningún caso a los defensores del sistema actual cuando nos dicen que lo que está sucediendo no es democracia. Con ese cuento ya vino Ortega y Gasset en tiempos de la República. Cuando hizo famoso su “no es eso”. Los carlistas le contestamos “¡sí es eso! ¿por qué había de ser de otra forma?” ¡Sí es eso! Fue entonces, con la República. Ha sido así, con el simulacro de monarquía que tenemos. Seguirá siendo así si no prescindimos de los principios de la Revolución. Que lo sepan todos los españoles.
La reconciliación ya estaba hecha
El exministro Margallo, queriendo magnificar la conducta de quienes hicieron la Tra(ns)ción recordaba con orgullo un hecho del que él había sido protagonista: cuando en el Parlamento, en 1979) le dio la mano a Carrillo. Pues a ese señor y a otros que emplean el mismo argumento, les recordamos que, en la taberna de mi padre, ¡en 1940! compartían porrón de vino un carlista que había pasado once meses de cautiverio en las prisiones de Bilbao, un nacionalista que había hecho la campaña de miliciano y, al caer prisionero, pasado unos meses en un campo de concentración y el antiguo conserje de la Agrupación Republicana, local. Cualquiera pensará que los personajes que presentamos no tienen la relevancia de Carrillo y Margallo. Pero ¿en democracia no somos todos iguales?
Para nosotros tiene más significación el episodio que presentamos, porque a sus protagonistas les unía lo real. Los tres eran silleros y habían trabajado en el mismo taller. Los tres eran vecinos de un mismo pueblo. ¡Y a los tres les gustaba el vino!  A Margallo y a Carrillo no les unía nada que se pueda vivir fuera del papel.
En miles de pueblos ocurrieron episodios como el que comento. Y si quieren un ejemplo de personajes relevantes, mencionaremos el matrimonio de una nieta de Franco con el nieto del Coronel que fortificó el Madrid Rojo. ¡La reconciliación estaba lograda mucho antes de la Tra(ns)ición!
Por eso advertimos a los españoles que reaccionan contra el actual estado de cosas, que no se queden a medio camino. Que no se limiten a combatir los síntomas (usando el lenguaje médico) Que vayan a la raíz del mal. Este no es otro que el liberalismo. Hay que borrarlo de la faz de España y restaurar la Tradición.
No pedimos que se nos dé el poder a los carlistas. Lo primero porque no estamos en condiciones de ejercerlo. Lo segundo porque no queremos “nuestro” triunfo. Queremos el triunfo de la España tradicional. La España de todos. La única España posible.

domingo, 20 de octubre de 2019

La queja amarga de un historiador honrado y sin doblez

HEMEROTECA

Remitimos al lector la dirección del digital Ahora Información, que ha colgado el vídeo de la actuación del historiador don Javier Paredes Alonso, cuando se queja amargamente de la soledad del bien y el silencio de los obispos en España, ante la próxima profanación decidida de un lugar sagrado, y de los restos mortales del jefe de Estado F. Franco, que tanto bien hizo a la Iglesia por evitar su sistemático exterminio en 1936, y por encargarle a Ésta la dirección moral de la sociedad española. 

https://www.ahorainformacion.es/2019/10/20/video-el-profesor-javier-paredes-sobre-la-exhumacion-del-general-franco/

Recogemos este testimonio porque, aunque los gobiernos de Francisco Franco perjudicaron tantísimo al Carlismo y los tradicionalistas, sin embargo el proyecto de exhumación promovido por el partido PSOE ha caído en la indignidad por su finalidad y los medios utilizados. Hasta han entrado con armas en el recinto monástico. 

Por otra parte, para muchos es incomprensible el silencio de quienes más en deuda están con aquel cuyos restos los vengativos ansían  aventar. ¿La siguiente vez los seglares y laicos se quedarán junto al altar y los clérigos defenderán las puertas de sus iglesias?

Los errores siempre se vuelven contra quienes los cometen.  Ayer el PSOE fue golpista en 1934 y estalinista en 1936, y luego algunos de sus líderes se avergonzarán de ello (Prieto, Besteiro...) para hoy ocultarlo. Otro caso. Cuando pase la borrasca de la corrupción de las instituciones públicas, causada en última instancia por haber expulsado a Dios y su Plan para los hombres de la Constitución de 1978, los altos clérigos que han coqueteado con una democracia cada vez más corrupta, olvidándose de sus voces contra el Régimen alzadas con el pretexto de ser proféticas -así decían los hipócritas-, bajarán la cabeza. Más todavía; la sumisión ideológica del alto clero a la que me refiero, supone una politización de los altos cargos de Iglesia inigualable respecto a otras épocas. Los obispos en España han hecho política, y mucha política, además de la mala. Les salva la minoría de Abraham, los ocho obispos verdaderamente espirituales que en 1978 anunciaron lo que iba a ocurrir. Hoy comprobamos que los males anunciados han ocurrido y con creces. 

Pues bien, hoy sólo queda manifiestamente firme el P. Cantera y un montón de fieles que poco o nada hacemos. Conocemos el texto que el Sr. Obispo Martínez Camino respondió al profesor Paredes, publicado en internet. No entraremos en detalles sobre él, pero cuando el PSOE actúa con saña, y otros como este Sr. Obispo juzga todo con el criterio de lo químicamente puro y de lo sosegadamente administrativo, el sr. Obispo pierde el Norte ante la revancha, la insistencia desmedida de los del gobierno en funciones socialista, que supone una pérdida de libertad. ¿A qué si no las armas en Los Caídos?. ¿Y la insistencia con oposición directa y expresa de los interesados? ¿Y el querer torearles y ningunearles...? Ya vemos que de pureza y sosiego, nada de nada. 

Uncidos a las instituciones y a ciertos planteamientos, ya nos dirán  los Sres. Obispos a quién vamos a recurrir y quién nos va a aglutinar ante la ideología de género que se comienza a imponer a nuestros hijos. ¿Ha llegado el momento de las catacumbas de los primeros siglos? En Alemania varios padres fueron condenados por defender a sus hijos.  En España todo son complacencias y complicidades. ¿Quién hará objeción de conciencia ante la Administración pública dominada por una partitocracia todopoderosa? ¿Quién se opondrá a adorar al nuevo becerro de oro, que hoy es la llamada voluntad general, la lengua de los separatistas, el Estado, o el ámbito de lo civil sobre lo religioso? ¿Quién es nuestro Dios?

Fermín de Musquilda 

Historiador censurado por Obispo

NOTICIA

Despropósitos dentro y fuera
Las verdades ofenden. 

Los historiadores tratarán, cuando llegue el momento, sobre  los altos eclesiásticos españoles que dejan solo al prior del Valle de los Caídos, P. Cantera, ante el Gobierno de la desmemoria y del sectarismo. 

Un historiador ya ha hablado, y ha advertido del relativo juicio de la ciencia histórica sobre lo que está ocurriendo en la Iglesia en España sobre las pretensiones de un Gobierno temporal y desmedido... y además -añadimos- que se encuentra rebajado, esto es, en funciones. 

La jerarquía española debe saber que desde hace mucho tiempo ella se está metiendo en política -y de la mala-, y que el juicio de los fieles y los historiadores puede ser menos benévolo de lo que creen.

El digital Hispanidad cuenta el hecho ocurrido, debido a los aplausos que monseñor ha recibido en otros dos digitales, sin que los presentes en la conferencia del historiador con el obispo presente, puedan saber por qué. 

https://www.hispanidad.com/confidencial/franco-bronca-en-madrid-el-obispo-martinez-camino-censura-al-historiador-javier-paredes-y-resulta-abucheado_12013611_102.html

Este enlace trata de lo siguiente:

Camino censura al historiador Javier Paredes y resulta abucheado

El exsecretario de la CEE aseguró que si los obispos no se han opuesto a la exhumación del Valle de los Caídos es para “no meterse en política”: nuevo abucheo.

(...)
En El Independiente se ofrece otra noticia sobre el Valle de los Caídos, esto es, la primera violación del lugar de culto por deambular con armas en él... (en este caso... ¡por la guardia civil!)

https://www.elindependiente.com/politica/2019/10/20/prior-denuncia-guardias-civiles-armados-deambulen-basilica/


Por último, la Fundación F. Franco recoge un artículo del abogado Ramón C. Pelayo sobre el Tribunal Supremo, los Acuerdos Iglesia-Estado, la profanación que se acerca, que los monjes de la abadía son los únicos que "están en su sitio", y la absoluta soledad que se les ha dejado... aunque muchísimos fieles estemos con ellos

https://fnff.es/actualidad/155580290/Defensa-de-la-libertad-religiosa-por-Ramon-C-Pelayo.html?utm_source=boletin&utm_medium=mail&utm_campaign=boletin&origin=newsletter&id=35&tipo=3&identificador=155580290&id_boletin=328804656&cod_suscriptor=393031029

F. de M. 

viernes, 11 de octubre de 2019

jueves, 10 de octubre de 2019

El Rvdo. P. Santiago Cantera O.S.B. es firme ante la pretendida exhumación cadavérica en lugar sacro

HEMEROTECA

Es muy notable la diferencia entre el actuar del P. Cantera del Valle de los Caídos y el actuar del arzobispo de Pamplona -al que queremos y respetamos- cuando cedió ante el Ayuntamiento de EH Bildu -¿por presiones y/o chantaje?-  la exhumación de restos mortales de la cripta del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Sabemos que algunos que nunca admitieron esta cesión. Ya dirán que el caso del Valle es otro. 

No sólo se exhumó a Mola -los familiares trasladaron los restos mortales bajo presión antes que manos brutales hiciesen de las suyas-, al que le atribuyen lo que no hizo. No sólo se exhumó los restos del general Sanjurjo, que murió antes de la guerra civil y las represiones, sino que también se exhumó los restos mortales de otros seis voluntarios, que nada tuvieron que ver con aquellas. En efecto, esto último demuestra que se buscaban pretextos para la venganza histórica, además realizada por los amigos de ETA -entre otros-

El sr. arzobispo cedió de repente a las ocho exhumaciones, contrariando el camino comenzado por él, al retirar unas alegaciones incontestables que con tanto esmero había redactado el jurídico del arzobispado. Esto fue durísimo para no pocos, aunque las familias heroicas de tres inhumados siguieron en los tribunales y otra más, por falta de medios económicos, no pudo iniciar el proceso. Poco aporta que familiares actuales de dos inhumados -que no los familiares de la generación del traslado de los restos a la cripta a comienzos del sesenta- buscasen la exhumación. 

La Hermandad de Caballeros de la Cruz, paralizada, no cumplió sus obligaciones. 

Pues bien, hemos recibido el enlace siguiente:

http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=35991&utm_medium=email&utm_source=boletin&utm_campaign=bltn191009&icid=28232c13360367d075b2122090ccffc6



José Gil de Borja

sábado, 5 de octubre de 2019

Mártir laico con 19 años: Joan Roig Diggle


HEMEROTECA



HEMOS recibido ésta información que trasladamos completa y directamente a este Blog para su difusión entre nuestros amigos.

El Papa aprueba su decreto de martirio y beatificación; sus restos reposan en el Masnou

Joan Roig Diggle, laico, mártir con 19 años: llevaba el viático a escondidas en la Cataluña de 1936

Joan Roig murió de 6 disparos el 11 de septiembre de 1936, tenía 19 años, era miembro de la Federación de Jóvenes Cristianos de CataluñaJoan Roig murió de 6 disparos el 11 de septiembre de 1936, tenía 19 años, era miembro de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña
03 octubre 2019
El Papa Francisco ha autorizado este 2 de octubre, tras una reunión con el cardenal Angelo Becciu, de la Congregación de la Causa de los Santos, la declaración como mártir (y, por lo tanto, la beatificación) de Joan Roig i Diggle, un joven de 19 años de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña, amigo del beato médico Pere Tarrés y alumnos de los beatos mártires escolapios Ignacio Casanovas y Francesc Carceller. 
Fue asesinado por las juventudes libertarias de Badalona de cinco tiros en el corazón y uno de gracia en la cabeza en la noche del 11 de septiembre de 1936, víspera del Dulce Nombre de María.
Estudiaba y trabajaba en una fábrica
Joan Roig Diggle nació en Barcelona el 12 de mayo de 1917. Su padre era Ramón Roig Fuente y su madre era Maud Diggle Puckering. Ambos padres eran barceloneses, aunque con su madre, de familia inglesa, hablaba en inglés. De niño estudió en los Hermanos de La Salle de la calle Condal. Después estudió bachillerato en los escolapios de la calle Diputación. Tuvo como profesores a los sacerdotes escolapios Ignacio Casanovas y Francesc Carceller, que serían mártires y beatos.
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La familia Roig Diggle se empobreció y se trasladó al Masnou. Joan ayudaba a la familia trabajando como dependiente en un almacén de tejidos y luego en una fábrica en Barcelona, aunque sin dejar de estudiar. Al llegar a Masnou, ingresó en la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña (FJCC), creada en 1932 por mosén Albert Bonet y que llegó a contar con 8.000 muchachos antes de la guerra.
Responsabilidades con chicos en la FJCC
Joan Meseguer, presidente en 1936 de la rama infantil de la FJCC, escribió acerca de Joan Roig: “Cuando vino a Masnou nadie lo conocía, pero muy pronto se hizo notoria su piedad y ardiente amor a la Eucaristía. Se pasaba horas ante el Santísimo sin darse cuenta. Su ejemplo convertía más que sus palabras. Quería ser misionero. En un Círculo de estudios celebrado pocos días antes del 18 de julio nos dijo que veríamos a Cataluña roja, pero no sólo de comunismo, sino de la sangre de sus mártires, y que nos preparásemos todos, porque si Dios nos había elegido para ser uno de éstos, debíamos estar dispuestos a recibir el martirio con gracia y valentía como corresponde a todo buen cristiano, y así lo hacían los primeros en las catacumbas.”
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Joan Roig, de pie a la derecha, con los 20 niños de la FJCC a su cargo

El joven Roig fue designado responsable de la rama infantil (10 a 14 años) de la FJCC, que eran unos veinte niños. Joan iba a misa prácticamente cada día a las 7 de la mañana en Masnou, y luego acudía a estudiar en tren a Barcelona.
Se implicó con más cargos en la FJCC y se hizo amigo de su consiliario, el padre Pere Llumá, que fue su director espiritual. También trató mucho con el beato Pere Tarrés, que entonces era un joven médico laico y vicepresidente de la FJCC.
Empieza la persecución: mataron a 300 fejocistas
El 20 de julio de 1936, milicianos rojos quemaron la sede de la Federación. Empezó una persecución contra los jóvenes fejocistas (que eran una asociación de fe y acción social, pero no política ni de partido). Se calcula que unos 300 fejocistas fueron asesinados en la retaguardia republicana en Cataluña, incluyendo unos 40 sacerdotes ligados a ellos.
Maud, la madre de Joan, recordó después lo que su hijo hizo esos días: “Fue aliviando penas, animando a los tímidos, visitando a los heridos, buscando diariamente en los hospitales entre los muertos, para saber cuáles de los suyos habían caído asesinados. Cada noche, al pie del lecho, con el crucifijo estrechado en sus manos imploraba para unos clemencia, para otros perdón, y para todos misericordia y fortaleza.”
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Las iglesias de Barcelona estaban cerradas, quemadas o destruidas y no era posible ir a misa a ningún templo. El padre Llumá, que era el director espiritual de Joan, entregó al joven una reserva eucarística para que pudiera acudir a casas particulares a atender a los más necesitados. Joan dijo a la familia Rosés a la que visitó la misma tarde en que le matarían, el 11 de septiembre de 1936: “Nada temo, llevo conmigo al Amo”. Les dejó el Santísimo y, a la vuelta del trabajo, lo recogió y se lo llevó a su casa.
Horas después, milicianos anticlericales golpearon a la puerta de su casa, la de su familia. Joan rápidamente consumió las Formas Sagradas encomendadas a su cuidado. Se abrazó a su madre y se despidió de ella en inglés: “God is with me”, (“Dios está conmigo”).
La patrulla, de las juventudes libertarias de Badalona, le llevó junto al cementerio nuevo de Santa Coloma de Gramanet. Le permitieron unas últimas palabras. “Que Dios os perdone como yo os perdono”, dijo él. Lo mataron de 5 disparos al corazón y uno de gracia en la nuca. Tenía 19 años: según la legislación de la época no era aún adulto. Después de la guerra, sus restos fueron recuperados y reconocidos por las 5 heridas del pecho y la del cráneo.
Jaume Marés, tío de Joan Roig, cuando se enteró de su detención pidió ayuda a un amigo policía. Le reveló que uno de los verdugo le había hablado del muchacho: “¡Ah! Aquel chico rubio era un valiente, murió predicando. Moría diciendo que nos perdonaba y que pedía a Dios que nos perdonará. Casi nos conmovió”.
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La Federación de Cristianos de Cataluña y la Asociación de Amigos de Joan Roig han promovido su beatificación. Sus restos descansan en una capilla en la parroquia de San Pere de Masnou. El cardenal Ricard Maria Carles clausuró la fase barcelonesa del proceso de beatificación en 2001 y la remitió a Roma.
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La parroquia de San Pedro en El Masnou; fue incendiada durante
la persecución antirreligiosa, allí descansan los restos de Joan Roig
La Federación de Cristianos de Cataluña
Esta asociación de jóvenes fue sometida a una dura persecución anticlerical al empezar la Guerra Civil española. La asociación apenas tenía 4 años de historia, y sería disuelta en 1939 tras la guerra, pero se calcula que produjo unos 300 mártires para Cristo.
El sacerdote Albert Bonet i Marrugat, de Barcelona, recorrió en los años 30 distintas ciudades europeas para conocer los movimientos juveniles católicos de la época. Inspirado en la JOC de Joseph Cardijn en Bélgica, impulsó, con otros clérigos y laicos, la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña. La asociación creció muy rápidamente. En julio de 1936 llegó a sumar 14.000 afiliados de 15 a 35 años y 8.000 en la rama infantil, de 10 a 14 años.
Tenían sedes y bases en las parroquias y a cada grupo les acompañaban sacerdotes "amigos de los jóvenes". Realizaban actividades deportivas, culturales, de canto, de tiempo libre, de formación y de fe. Al crecer se organizaron en subfederaciones agrícolas, escolares, obreras, de dependientes de tiendas y universitarios. Cubrían todos los ámbitos en los que se movía un joven.
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Reunión de la FJCC ("fejocistas") en 1932 en la Cueva de San Ignacio, en Manresa
Su revista oficial se llamaba "Flama". Controlaban otra publicación influyente, "El Matí". Y, para los niños, "L'Avant". Se veían como un movimiento de juventudes católicas no adheridas a ningún partido, aunque la mayoría de sus miembros eran políticamente cercanos a Unió Democràtica de Catalunya y a la Lliga Catalana. Adoptaron como lema la frase atribuida al ya difunto obispo de Vic Torras i Bages (1846-1916): "Cataluña será cristiana o no será" y proclamaban el amor a la Iglesia y, específicamente, a su magisterio social.

Entre otros mártires beatos de la FJCC está el beato Josep Guardiet, uno de los sacerdotes consiliarios de la asociación, párroco en Rubí. Le detuvo un chico de 16 años que había sido monaguillo suyo asegurando que el Comité de Milicias le había pedido llevarlo a la prisión del pueblo "por su seguridad". Lo fusilaron milicianos de Barcelona (no de Rubí) en la carretera de la Rabassada

jueves, 3 de octubre de 2019

Carta abierta a la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica. Hemeroteca

HEMEROTECA

Hemos recibido esta Carta, con la que estamos de acuerdo y pasamos a publicar.


Carta abierta a la Alta Jerarquía
de la Iglesia Católica
02 de octubre de 2019 por Redacción FNFF 
SANTIDAD, NO ABANDONEN A LOS CATÓLICOS ESPAÑOLES
Hace ahora ochenta años España sufrió una de las más cruentas guerras civiles que ha conocido el mundo. Se enfrentaron dos formas diametralmente opuestas de ver al hombre y a la sociedad: por un lado, los marxistas “anti España”, “anti Dios” y contrarios a la libertad del individuo como hijo de Dios hecho a su imagen y semejanza; y, por otro, los defensores de España, de la Fe católica y del concepto cristiano del hombre y de la sociedad. Ese terrible enfrentamiento entre españoles incluyó, entre otras muchas barbaridades, una sangrienta e inmisericorde persecución contra los católicos, un verdadero holocausto que supuso la muerte, en muchos casos después de terribles vejaciones y torturas, de varios miles de sacerdotes y personas consagradas (incluidos 13 obispos), además de varias decenas de miles de ciudadanos anónimos más cuyo único delito era creer en Dios y vivir conforme a sus enseñanzas. Morían, literalmente, “por Dios y por España” y así nuestra Nación, en ese infausto periodo, fue el mayor semillero conocido de beatos mártires, con más de 1.700 ya proclamados. El entonces Presidente de la República española, Manuel Azaña Díaz, llegó a proclamar que “España ha dejado de ser católica”.

El venerable Papa Pio XII se refirió en varias ocasiones a todo ello. En un telegrama al general Franco fechado el 1 de abril de 1939 decía textualmente “Levantando nuestro corazón al Señor, agradecemos sinceramente, con Vuestra Excelencia, deseada victoria católica España. (…) Con estos sentimientos, efusivamente enviamos a Vuestra Excelencia y a todo el pueblo español nuestra apostólica bendición.” El 16 de abril de ese mismo año, en un mensaje a todos los fieles de España leído personalmente por el Papa en Radio Vaticana, se decía: “Con inmenso gozo nos dirigimos a vosotros, hijos queridísimos de la católica España, para expresaros nuestra paterna congratulación por el don de la paz y de la victoria con que Dios se ha dignado coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probado en tantos y tan generosos sufrimientos”.

Asimismo, en julio de 1937 la práctica totalidad de los obispos españoles hicieron pública una Carta Colectiva al resto de prelados del mundo entero en la que señalaban: “La irrupción contra los templos fue súbita, casi simultánea en todas las regiones, y coincidió con la matanza de sacerdotes. Los templos ardieron porque eran casas de Dios, y los sacerdotes fueron sacrificados porque eran ministros de Dios. (…) Prueba elocuentísima de que de la destrucción de los templos y la matanza de los sacerdotes, en forma totalitaria fue cosa premeditada, es su número espantoso. (…) Se les cazó con perros, se les persiguió a través de los montes; fueron buscados con afán en todo escondrijo. Se les mató sin prejuicio las más de las veces, sobre la marcha, sin más razón que su oficio social.

Entre 1939 y 1975, bajo la Jefatura del Estado del general Franco, España vivió en paz, se hizo un esfuerzo gigante de reconciliación y se alcanzaron cotas de progreso y bienestar muy difíciles de igualar. Salvo los inevitables juicios inmediatamente posteriores a la Guerra y que obligaron a ejecutar a un buen número de personas con graves delitos de sangre a sus espaldas, a partir de 1941 se hizo una labor descomunal de generosidad y clemencia, a base de sucesivos y numerosos indultos y reducciones de penas, con objeto de cerrar la herida cuanto antes. Y todo ello se llevó a cabo, además, con unas políticas que seguían fielmente las enseñanzas de Ntro. Sr. Jesucristo y los mandamientos de su Iglesia en asuntos sociales y en todo lo que tuviera que ver con la moral pública.
A partir de 1975 se produjo en España una Transición para muchos modélica, impulsada precisamente por los que habían servido a España a las órdenes del anterior Jefe del Estado, dando paso sin la más mínima tensión social o enfrentamiento entre españoles a una Monarquía Parlamentaria y a un régimen democrático que permitió, por ejemplo, que en 1982, solo siete años después del cambio de régimen, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) –el mismo que entre 1934 y 1936 había permitido, si no impulsado, la revolución que llevó a la Guerra Civil– se hiciera cargo del Gobierno de España y que gobernara durante 14 años con total normalidad institucional y democrática, sin que a ninguno de sus dirigentes se le ocurriera iniciar un proceso revisionista o intentar vencer, con efecto retroactivo, a los que habían alcanzado la Victoria varias décadas antes. En España no se hablaba de la Guerra, los españoles –los de uno y otro bando– habían alcanzado un acuerdo tácito de olvidar esa parte negrísima de nuestra Historia y de mirar al futuro. España dejó de ser un estado confesional, pero cada español era libre de vivir la Fe como quisiera y los poderes públicos no interferían en los asuntos relacionados con la ideología o los sentimientos religiosos de los ciudadanos. En España habíamos superado los enormes traumas, rencores y agravios que nos habían llevado a matarnos entre nosotros setenta años atrás y la comunidad católica seguía siendo floreciente, como se comprobó en las cinco visitas de San Juan Pablo II a España entre 1982 y 2003.
Sin embargo en 2004 el PSOE volvió a ganar las elecciones, en la persona de José Luis Rodríguez Zapatero, que de un modo irresponsable, contrario a la razón y extremadamente dañino para el espíritu de los españoles, decidió re-abrir de un modo sectario y cainita la herida que tanto había costado cerrar, incluido -como ha sido una constante de todos los regímenes marxistas a lo largo de la historia- el acoso a la Iglesia católica y la persecución de los católicos, a los que infundadamente se empezó a identificar con lo que llaman “la dictadura” o “el franquismo”. Este proceso manipulador y revisionista culminó en 2007 con la promulgación de una ley conocida como Ley de Memoria Histórica que, básicamente, tiene por objeto reescribir la historia de España entre 1931 y 1978, convirtiendo a los verdugos en víctimas y a las víctimas en verdugos, imputando a media España delitos y atrocidades que no cometieron, humillando a los descendientes de los que dieron su vida por Dios y por España, borrando todo vestigio de los que hicieron de España una nación unida, grande y libre y, de paso, encender de nuevo la hoguera en la que esperan que termine ardiendo, definitivamente, la Iglesia católica española y todos los que la formamos.
En España, y a raíz de ese proceso suicida puesto en marcha por el mencionado Rodriguez Zapatero y acelerado por el actual presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez Castejón, se han vuelto a producir hechos que ya teníamos olvidados: se han profanado templos, se ha insultado, acosado e incluso agredido a sacerdotes, se han retirado Cruces, se ha prohibido la enseñanza de la religión católica en los colegios y se han eliminado todos los crucifijos, se ha hecho mofa y escarnio público de nuestros símbolos más sagrados, en definitiva, se está haciendo todo lo posible para que España, ahora sí, deje de ser católica. En nuestros templos se vuelven a leer amenazas, explicitas o implícitas, tipo “Arderéis como en el 36” o “La única Iglesia que ilumina es la que arde”.

El último paso (por ahora) de esa estrategia de demolición de la esencia y el fundamento cristiano de nuestra Patria, el último clavo del ataúd en el que quieren enterrarnos a los católicos españoles, es la profanación de los restos mor-tales del anterior Jefe del Estado en contra de los deseos de su familia y su traslado a un cementerio público elegido por ellos para, a continuación (ya lo están pidiendo) desacralizar la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, convertirla en un “Memorial de las víctimas de la dictadura” o similar, y por supuesto destruir la grandiosa Cruz que, junto a otros centenares de miles a lo largo y ancho de España, nos ilumina y nos protege. Ya se han destruido numerosas Cruces, sin que nadie haya hecho nada, pero esta sería, sin lugar a dudas, la más simbólica, la que más recuerda el esfuerzo de reconciliación y perdón hecho por los españoles.
La familia del general Franco y varias instituciones privadas, con el apoyo de miles de ciudadanos, han luchado para evitar este nuevo atropello con todos los medios legales a su alcance, de modo pacífico y respetuoso con el estado de Derecho, y a pesar de que una reciente sentencia del Tribunal Supremo español autoriza al Gobierno a proceder a la exhumación, seguirán defendiendo esta justa causa frente a las instancias que proceda (Tribunal Constitucional español y Tribunal de Derechos Humanos europeo, en su caso), donde existe confianza en cuanto a que se logrará parar esta injusticia. Sin embargo, con la autorización que le da al Gobierno español esa sentencia incomprensible del Tribunal Supremo, este podría proceder a la exhumación en cualquier momento, en un acto de difícil (por no decir imposible) reversión aun cuando alguno de los tribunales indicados finalmente suspendiera este execrable abuso y esta ofensa contra todos los católicos de España.
Santidad, solo la Iglesia puede impedir este desafuero, este ultraje a un templo cristiano que es un inigualable símbolo de reconciliación y concordia y este primer paso en la demolición de una de las mayores y más bellas Cruces del orbe, detrás de la cual vendrán todas las demás de nuestra querida España.

Santidad, no autoricen el acceso a la Basílica sin la conformidad de la familia y de la Comunidad Benedictina que allí reza sin descanso por todos nosotros. Ese templo es inviolable según los acuerdos en vigor entre el Estado español y la Santa Sede, que tienen rango de Tratado Internacional. Tienen pleno derecho a negarse y la obligación moral de hacerlo. Si así lo hacen, será una vivificadora inyección de moral y de esperanza para toda la comunidad católica de España y un mensaje claro para sus enemigos de que estamos unidos y preparados para defender nuestra Fe, mientras que si ceden a las pérfidas pretensiones del Gobierno español se convertirán en colaboradores necesarios de un hecho de imprevisibles consecuencias, todas malas.

En palabras del heroico Prior de la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos, donde reposan 57 beatos mártires, “Es preferible una Iglesia mártir (…) que una Iglesia connivente con el Mal por temor a perder un bienestar temporal. A medio y largo plazo, la Iglesia que finalmente pervivirá será la primera.

Santidad, no abandonen a los católicos españoles.

Desenterrar a Franco: un error y una vileza.

HEMEROTECA

Hemos recibido el siguiente artículo denunciando la sentencia de TS sobre la exhumación de los restos mortales del generalísimo Franco. 

Avisamos para los sensibles que no hace falta ser franquista para estar de acuerdo con él. 

https://fnff.es/actualidad/157907525/Un-escandalo-supremo-por-Jaime-Alonso.html

miércoles, 2 de octubre de 2019

Exhumación de los restos mortales del General Francisco Franco

HEMEROTECA

Leemos en el digital "Tradición Viva" del 24-IX-2019 lo siguiente:

"ACTUALIDAD

La resolución del Tribunal Supremo, en relación a la exhumación del General Franco y la imposibilidad de inhumación en la Almudena aumenta la fractura social"



Un amigo mío -A.U.- añade que el comunicado ha simplificado mucho la cuestión, pues sólo señala los destierros de España de D. Manuel Fal-Conde. En efecto, a ello se puede añadir  la persecución de Mauricio de Sivatte, Alejandro Utrilla, entre otros. A los carlistas el Gobierno vencedor en la guerra les incautó cientos de Círculos , cerró varios periódicos y persiguió su actividad política. Cientos de carlistas dieron con sus huesos en la cárcel por el simple hecho de gritar ¡Viva el Rey! Habría muchas razones para hacerse las víctimas y poner de relieve los errores del fallecido, pero el Carlismo no ha tenido más enemigos que los de Dios y España, cara a cara o en campo de batalla, nunca en la retaguardia, y mucho menos ante sus tumbas, que no sabe hacer otra cosa que respetar. 

J. G. de B. 

martes, 1 de octubre de 2019

Inquina en España tras 40 años de fallecer el General Franco

HEMEROTECA

Tomamos del digital Ahora - Información la noticia siguiente:


"El Supremo da luz verde a exhumar ya a Franco porque no hace falta licencia urbanística – El País

El Tribunal Supremo ha dado luz verde al procedimiento de profanación del cadáver del general Francisco Franco, en la medida en la que se considera que el plan de la Administración Sánchez es competencia exclusiva de la misma, no requiriendo para ello, ni siquiera, una licencia de obras a expedir por parte de un consistorio (tampoco encuentran irregularidades tras la lectura del informe del gobierno regional en base a la normativa de sanidad mortuoria). Y probablemente esto tenga lugar en la madrugada del seis al siete de octubre". 
Como todo Gobierno pre totalitario, que desea hacer méritos fáciles de cara a la galería, a la clientela política y es amigo de la demagogia, ahora se habla de los "derechos limitados", y se afirma que en la práctica los pueda limitar el Gobierno de turno por razones ideológicas. 

Lo más curioso es la satisfacción unánime del Parlamento de Navarra ante la decisión del Tribunal Supremo de exhumar por restos del general Franco. Así lo dice la prensa local (DdN, 1-X-2019). 


Pues miren, señores de Navarra Suma y otros, no hace falta se franquista ni amigo de la denominada dictadura para rechazar la exhumación del Jefe de Estado el general Franco, a todas luces ideológica y que anuncia una cadena de arrebatos de mentes poco o nada liberadoras. Que un comunista o separatista vaya por estos derroteros, se comprende algo, a pesar de lo mucho que se beneficiaron materialmente del tremendo progreso económico y social de aquellos años, pero que actúen así muchos que ya conocemos, produce cierta perplejidad por lo muchísimo que se beneficiaron de los Gobiernos anteriores a 1975. 


Otra cosa; que ciertas personas y grupos del Parlamento de Navarra se consideren demócratas de la democracia liberal es el colmo de la desfachatez. Y lo mismo diremos del Sr. Sánchez, señor abortista, amigo de suprimir a los padres la patria potestad, y simpático también con el camarada Maduro. 


Mientras tanto, no pocos carlistas o tradicionalistas fueron perseguidos por el Régimen por ser contrarios al partido único, al antiforalismo (salvo en el caso de Navarra), al centralismo, al permisivismo ideológico y moral a partir de ciertas fechas, a la tecnocracia y a la falsa solución monárquica en don Juan Carlos de Borbón, en cuya magistratura ha dado de sí todo lo que se pensaba que iba a dar. 


En fin, el mundo al revés, pues llama la atención que los tradicionalistas carlistas,  perseguidos por el Régimen, sean precisamente los que se oponen a la parodia de la exhumación de los restos mortales de Franco, generalísimo y jefe de Estado. Si el emperador Carlos V se opuso a maltratar los restos del rebelde Lutero, Napoleón declaraba cobardes a los que se enseñaban con los muertos. 


Para demagogia estamos servidos en España y Navarra en ella, en una política en la que algunos mandan y los acomplejados se muestran serviles y acorralados por no haber sabido salir a tiempo al debate público. 


J. G. de B.