Opinión
Que los socialistas/sanchistas del PSOE, los amigos de etarras EH Bildu, y los separatistas del PNV (Geroa Bai), quieran mutilar el edificio del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada, y destruir su significado, contraría a los navarros que lo vivieron, que era gran parte del pueblo navarro. Lo que ahora plantean los actuales ideólogos parece una revancha en toda regla.
Ni siquiera el Gobierno actual de Navarra respeta la voluntad y trabajo de la Diputación Foral de entonces.
En segundo lugar, los navarros que vivieron el monumento lo alababan por estar dedicado a sus compañeros muertos en el frente de batalla, que dieron todo de sí mismos y por absolutamente todos. Si hoy se pierde este enfoque nada se entiende. Es un monumento en favor de y en contra de nadie.
De aquel esfuerzo en el frente hemos vivido todos, incluso los que se decían sus enemigos. De lo contrario tendríamos que hacer la Perestroika, aunque seguramente como en la Cuba de hoy.
Tercero. En realidad, si alababan el monumento, era porque se acordaban de sus compañeros, sobre todo para encomendar sus almas a Dios. Decían recordar con tristeza lo peor de la guerra, y asumían al lado de sus compañeros del frente a todos los que de una u otra manera la sufrieron. Repitamos: actuaban en favor de y en contra de nadie.
Que nadie se deje confundir por la propaganda ideológica actual. ¡Cuántos monumentos no hubieran levantado sus contrarios de haber ganado la guerra!
Otra cosa y en cuarto lugar; una vez más, el PNV sigue la corriente más impúdica y radical como hoy es la del PSOE y EH Bildu, ignorando que los nacionalistas vascos de entonces, alistados voluntariamente en los Tercios de requetés carlistas, tienen sus nombres grabados en los muros del monumento de Navarra, si es que murieron en el frente.
De nuevo, hermanos contra hermanos y tropezando en la misma piedra. Todo por idolatrar la nación, que es lo que hizo el nacionalismo jelkide. Ahora bien, ¿dónde están hoy los nacionalistas que ponen a Jaungoikoa en primer lugar, como hicieron los nacionalistas de Álava y Navarra de aquellas fechas? Pues ya saben, respeten el monumento si respetan a sus hermanos nacionalistas en la Navarra y Álava de ayer.

Acabemos: hoy se está consumando una RUPTURA de la memoria de un pueblo con mucha memoria como esel navarro -¿quien no conoce la historia del reyno milenario de Navarra?-, y de un pueblo también orgulloso -que no es fatuo porque le acompañan los hechos-. Cualquiera puede advertir que si a un pueblo así, le quitan el orgullo y la memoria, lo secuestran para siempre. Eso es lo que buscan sus enemigos, cuya alma foránea es extraña a Navarra. Quieren conquistar Navarra de una vez por todas, cortando con su historia, despreciando sus Fueros, humillando su nobleza más arraigada, enfrentando a su pueblo, y sobe todo descristianizándolo. Lo peor es que al parecer las élites navarras decentes que aún quedan no quieren darse cuenta. Si la Iglesia colabora en algo en esta RUPTURA, se anuncia una catástrofe espiritual porque nadie parte de cero.

Que en el caso del monumento de Navarra hay una RUPTURA de la memoria y el ser de un pueblo como el navarro, es evidente. Y los padres tiene sus hijos y nietos, con nombres y apellidos. Si los hijos han flojeado dentro de la parálisis de la "dulce vida"posterior al desarrollismo impulsado por Franco, cuyos frutos hoy llegan a su fin con Chivite-Sánchez-Bildu por arte de magia socialista-mundialista, sepan que los nietos vivirán mucho peor pero que serán mejores que ellos, y volverán por sus fueros.
Fermín de Musquilda
Nota: Imágenes con derecho de autor (Archivo privado). Representan distintas reuniones de quienes rezaron en el monumento por sus compañeros ya fallecidos.