miércoles, 30 de agosto de 2017

"En lucha" contra al fofo burgués

OPINIÓN


 Prácticas estalinistas

FUE TAN SÓLO hace dos años. Nos resistíamos a publicar esta fotografía por su horrible fealdad: "Que cada cual llore a sus muertos. Gora ETA!". Ensuciaba en negro el portal de Zumalacárregui o de Francia, uno de los seis portales que durante siglos daban acceso a la ciudad de Pamplona. 


Guardamos en nuestro archivo razón de los muchísimos atentados realizados durante largos años contra la inscripción que estaba en el lugar que ocupa la inscripción de la imagen, grabada en piedra en recuerdo de ese héroe guipuzcoano llamado Tomás Zumalacárregui e Imaz, por su fidelidad a la Religión, la Patria y al Rey legítimo y foral en aquel fragoso año 1833. 

La primera inscripción que había, básicamente similar a ésta, también recordaba circunstancialmente  al general Franco como jefe militar y sólo estaba escrita en castellano. Las múltiples agresiones a las que nos referimos contra la primera inscripción fueron con pintura y finalmente -por dos veces- con máquinas para destruir piedra... Poco o nada hizo el Ayuntamiento de UPN de entonces por cuidar y proteger la inscripción, que además de recordar a Zumalacárregui era un patrimonio heredado: una auténtica vergüenza durante años. Estará satisfecho. Como para poner UPN cámaras de vigilancia como ha puesto el actual alcalde... 

Hace dos años se cambió la inscripción tan dañada omitiéndose cualquier mención militar al siglo XX.  La actual está bien en bilingüe: este idioma sería un a más. En su día criticamos el cambio de inscripción -que no fue restauración- porque no nos gustan los talibanes de hoy, ni los faraones de ayer que se cargaban lo que no les gustaba de sus predecesores, ni los puristas en lo que les conviene también actuales, ni quienes rechazan cualquier margen que se puede conceder a las circunstancias. 

Pues bien -y a lo que vamos-, en dos ocasiones y junto a la nueva inscripción, se realizaron pintadas en favor de ETA.Sólo pude fotografiar la pintada de la imagen adjunta. Era el 25-VII-2015. No obstante, ésta pintada duró poco porque enseguida la borraron, sin volverse a realizar ni ésta ni ninguna otra. Por lo visto mandan los amigos del grafitero y los muchachos son disciplinados. Nada puede "sonar" hoy a ETA aunque ésta exista y políticamente vaya logrando sus objetivos.

Esta horrible pintada desvela demasiado. Hay que tener en cuenta la fecha del mes de julio y las agresiones de entonces contra el "Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada" de Pamplona. Desde luego es una pintada hipócrita  y sumamente insultante a las víctimas de la represión durante la guerra civil por quien la firma -parece que el amigo de ETA quiere aprovecharse de aquellas para ocultar la sangrienta historia reciente de la banda-. También es insultante a las víctimas de ETA. Es insultante a la gente de la Navarra de la guerra por suponer que iban a estar de acuerdo con los penosos hechos de retaguardia. Por cierto, que en la vecina CAV nadie recuerda a los innumerables asesinatos -al menos 713 en once meses- cometidos en Bilbao y San Sebastián por los del Frente Popular y con responsabilidad del PNV, en 1936.  Hoy, en la CVA, a unos se les ensalza como si fuesen héroes, y se omite a otros con una omisión que les supone miserables y culpàbiliza. Dos balanzas estas pero que muy diferentes. Es bueno y necesario llorar, mi corazón sigue llorando y rezando, aunque teniendo en cuenta que han pasado ochenta años y hoy no es lo mismo que si fuese ayer. Pero también es insultante a los voluntarios navarros de la Cruzada. Sin embargo, lo peor es que, utilizando tragedias lejanas en el tiempo, los etarras han pretendido distraer, ocultar y aún lavar sus crímenes. Siguen el buen método estalinista. Por extensión de ello, pensemos en los que hoy no condenan el terrorismo y homenajean a los terroristas, porque esto ya se trata de balanzas distintas, sino que tiene otras dimensiones.

El colmo de este hipócrita es cuando hoy día algunos no quieren que se rece religiosamente por los muertos heroicamente en el frente de batalla. Ni en público ni en privado. Tampoco hacen mención ni recuerdan a los muchos navarros asesinados en las retaguardias del Frente Popular. Por eso faltan no pocos nombres en las inscripciones colocadas en los adoquines de los portales de la calle en los que vivían las víctimas.  

Al talibanismo se le suma hoy la revancha, reactualizar fuera del tiempo con intentos guerracivilistas, incidir de continuo y con todos los medios para revivir el tremendo drama de unos navarros de hace ochenta años -de un modo que por su parte el otro bando nunca hizo y con olvido de él-, desenfocar  el pasado, y ser monotemáticos por quienes en realidad buscan otra cosa. Por si eso fuese poco y como muestra del dominio estalinista, sume Vd. la persecución en el presente contra todo recuerdo y hasta rezo religioso por los que murieron en el frente o fueron asesinados en la retaguardia del lado revolucionario

F. de M. 

martes, 1 de agosto de 2017

Recuerdo ante el olvido. Cruzada de 1936.


Este libro editado en Pamplona, editorial Navarra, en el año 1948, tiene 311 jugosas páginas llenas de rasgos, gestos, episodios, cartas privadas,  y un largo anecdotario de los voluntarios navarros, leyendo el cual mons. Marcelino Olaechea Loizaga, siendo arzobispo de Valencia, escribió al final de su introducción: "Que en un mundo que se hunde en la materia sean estos episodios, anécdotas y cartas un oreo y aliento del espíritu".

Nosotros, contemplando no sin tristeza lo ocurrido desde esa fecha hasta hoy en nuestra patria España, podemos constatar el triunfo de quienes tergiversan el pasado y el odio que rebrota en algunos corazones, así como el dominio de las mentes por la propaganda que tiene todos los medios de comunicación y los fondos de las instituciones públicas a su alcance. Esto no es continuidad con un pasado que todos habíamos situado equilibradamente en su lugar a beneficio de un futuro en concordia ya logrado en su día, sino que es una novedad provocada artificialmente por el cálculo de ideologías de combate. Pocos son los que se sustraen a dicha propaganda manteniendo su pureza y libertad. 

Pues bien, el error y el odio pueden triunfar temporal y aparentemente, pero no convencen. Algo hay en el hombre que -a la larga- olfatea los errores para identificarlos, atraído por otra cosa... que es la verdad que por otro lado él debe descubrir con cuidado y atención. Y atraído también y más todavía, por el esfuerzo heroico de quienes, hombres del pueblo y alpargata, dieron todo de sí a cambio de nada. Incluso que ganaron la guerra y perdieron parte de ellos mismos en la paz. Tras la lucha se volvieron a sus casas con el deber cumplido. La verdad lisa y llana, y el corazón limpio de quienes ofrecieron su vida por salvar la religión católica de la persecución, atraen como va la abeja al panal.

En las guerras, sobre todo si son entre hermanos, se cometen graves pecados en todas las retaguardias. En España los hubo, y no piense el lector que sólo en el lado Nacional sino más y con muchísima más saña en el revolucionario. Hay muchos ejemplos patentes de triste recuerdo. Sabemos que esto no excusa a nadie. También hubo asesinatos en Navarra, lo que supuso el rechazo de muchísima gente de bien ya por entonces. El jefe regional carlista Ignacio Baleztena exigió, a finales de julio, que ningún carlista cometiese actos de violencia en retaguardia, dejando la justicia necesaria a las autoridades militares siempre bien ponderadas. A diferencia de lo que algunos pretenden hacer recordando horrores del pasado, estos no pueden ocultar la limpieza y el heroísmo en el frente de combate de más de 40.000 navarros -requetés, soldados y falangistas- en defensa de la religión, ni ocultar tampoco los motivos extremos de la sublevación, o bien la entereza de la Diputación Foral de Navarra a la que la generalidad de navarros siguió. Ya sabemos qué decía la propaganda de guerra contraria a los voluntarios, pero también hay constancia de la admiración que los requetés causaban a unos y a otros como a Indalecio Prieto. Defendían la religión, a Dios Jaungoikoa en los corazones, en sus familias, escuelas y asociaciones..., que querían conservarlas en Su servicio. La vida del hombre "sabe" a eternidad y necesita la Redención por quien es Justo y misericordia. También defendían su patria de caer en la terrible espiral de la Revolución como ocurrió en Rusia tan sólo veinte años antes. No diremos más. Ya dijo Manuel Azaña: "piedad y perdón". Los tradicionalistas no lo hemos olvidado.

A título particular, un ejemplar del libro arriba citado firmó y dedicó el autor a Tiburcio Garralda Argonz, párroco de Orcoyen (Navarra). Dice así: "A Dn. Tiburcio Garralda con el mayor afecto esperando que el agrado y la emoción le acompañen al leer este libro. Cordialmente, Francisco López Sanz. 22-4-949. Tiburcio Garralda. Orcoyen 30 abril 1949" Sello: Tiburcio Garralda Argonz. presbítero". De sus sobrinos, Jaime fue asesinado en San Sebastián al comenzar la guerra, Teodoro fue voluntario requeté, un tercero ejerció a la vez de médico en Madrid, y Luis, el más pequeño de la familia, todos los días acompañaba al ama Rosa Goyena Cruchaga -ya viuda-, quien a sus 52 años subía la empinada cuesta que conduce a la cima del monte Musquilda para rezar por sus hijos a la Virgen del santuario

Una vez más recordamos a Cicerón, cuando decía que la verdad se corrompe tanto con la mentira como por el silencio. 




De todos es conocidos que los nacionalistas que había en Navarra -al menos en ésta sabemos que eran pocos- y Álava se sumaron a la sublevación, y que apellidos conocidos en Navarra como nacionalistas ingresaron en los tercios de requetés. Todo esto corresponde a un ayer lejano, pero algunos se empeñan en revivirlo como si fuese el otro día y quién sabe si volver torpemente a él. 

Fermín de Musquilda
Pamplona, 1-VIII-2017