martes, 30 de octubre de 2018

Al pueblo navarro

OPINIÓN


Al pueblo navarro de hoy
Desde hace un tiempo, y de repente como si de una consigna se tratase, el mayor descaro y la agresión campa a sus anchas. Una calculada avalancha acorrala a Navarra, y en ella al Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada, reviviendo el pasado más doloroso, tergiversándolo, e ignorando que se les podría sacar a ellos más que los colores después de 80 años. La consigna sabe que el monumento forma parte del poso de la conciencia del pueblo navarro, pues supuso una rotunda afirmación en una necesidad límite: la defensa de la religión y de España. Todo tuvo su marco histórico, no mezclemos churras y merinas, y, desde luego, que un pueblo que no reza por unos, por otros y por terceros, rompe consigo mismo y muere.
¿Qué no diría y omitiría Talibán, si se tratase del monumento a los gudaris -en Navarra y Álava los nacionalistas se sumaron a los nacionales-, milicianos y brigadistas? Pero, claro, tras un falso igualitarismo desde 1978, hoy utilizan con singular atrevimiento diferentes varas de medir, sin haber aprendido nada durante los 40 años de democracia, en los que se ha vivido una aparente paz, salvo las huelgas ruinosas -hoy mal vistas- y el terrorismo etarra…
Si se dijese mal de los separatistas y estalinistas de ayer, ellos no lo consentirían, pero cuando se dice muy mal del pueblo navarro de alpargata, se tiene que tragar todo.
Imaginan que es ahora cuando se dan las condiciones objetivas para denunciar campando a sus anchas, aunque en realidad se trata de una total carencia de programa político en servicio al bien común, que solucione el paro y la precariedad laboral, la migración de un millón de jóvenes preparados, la caída de la natalidad y las pensiones, la venta de armas, el enfrentamiento separatista, la discriminación contra la familia y el derecho de los padres, y una sutil o bronca persecución religiosa
Leo que algún colectivo que presuntamente se dedica a recuperar la memoria histórica (de forma muy interesada, utilizándola como herramienta, y sesgándola con falsedades), ha denunciado la celebración de la Santa Misa en la cripta del Monumento de Navarra, porque -dicen- enaltece el llamado golpe franquista. No se lo creen ni ellos, tienen un cero en Historia, y algo buscarán diciéndolo.
Es paradójico que la denuncia proceda de un colectivo que debiera respetar todas las opiniones, y que puede ser denunciado por lo mismo que él denuncia: incitación al odio, persecución, discriminación por religión etc. Hoy es muy torpe acusar a otros de aquello de lo que uno mismo puede ser acusado.
Tales están al servicio del poder político que quiere imponer su visión del pasado a los demás, sin que sea casual que esta barbaridad totalitaria coincida con el deseo del Gobierno de que se enseñen guarrerías sexuales a nuestros hijos pequeños. Pero ¿qué se han creído? -mientras responde el silencio-.
Es paradójico que el guerracivilista de almas y el talibán de monumentos, que tergiversa y simplifiqua todo a rabiar, atribuya intenciones a los demás, se inmiscuya en la intimidad individual y grupal de otros, y no deje rezar a un grupo de ciudadanos por sus muertos.
Tal colectivo no tiene ni idea. Ni la verdad histórica ni el presente le dan la razón. En realidad, quiere justificar lo injustificable, que oculta mediante la desinformación, la prepotencia y las noticias falsas (fake news). Su discursito en apariencia coherente no garantiza la verdad, y se le puede aplicar el refrán del dime de qué presumes tanto y te diré qué careces.
 El silencio como única respuesta, pone en entredicho el amor a la verdad, la libertad de los navarros e instituciones sociales, la ecuanimidad en democracia, la reconciliación rasgada por ciertas ideologías y revanchas. La democracia burguesa al estilo francés y centroeuropeo no coincide con la democracia al estilo Cuba o China. Quien pierde es la verdad, la sociedad en general, el pueblo llano y sano. Hoy el miedo tiene su “prestigio”, y la libertad está hipotecada: si te mueves no sales en la foto, y, si no sales, no existes, aunque te pueden poner en la foto para hacer “diana” como hoy ocurre en Cataluña. 
Las trampas y falsedades en el ayer histórico (cómo utilizar la represión de 1934, identificar a los no marxistas y separatistas con el fascismo…) son las de hoy. La trampa liberal durante muchas décadas ha sido el silencio, el laissez faire-laissez passer, y el vacío que otros -los peores- llenarán. También hay un reparto del trabajo sucio. Envenenan contra la Hermandad en “Diario de Noticias” (10-X) y “El País” (11 y 15-X). Barkos aprueba una ley que expropiará bienes privados “por interés social” en aras de la llamada Memoria histórica para así hacer lo que le dé la gana como nueva forma de totalitarismo (Ok diario, 22-X). De tanto dar cancha a los enemigos del monumento y la memoria de la Cruzada, el redactor de “Diario de Navarra” (M.M. 20-X-2018) lleva haciendo durante mucho tiempo un flaco servicio a la verdad, a Navarra y hasta la memoria de su periódico: «cosas veredes que farán fablar las piedras».
Respeten el valor heroico de 4.699 navarros en defensa de Dios y España, obedientes a su Diputación Foral. Reconozcan el carácter popular y de alpargata de la Cruzada, y la realidad de la avalancha leninista sobre la España de ayer, así como los agravios comparativos de hoy, el silencio actual, el miedo para opinar, y el jugar con las cartas marcadas. Ellos saben que el Liberalismo y la corrupción moral, el miedo y la mentira, son lisa y llanamente la dormidera del pueblo.
F. de M. 

Publicado en el quinenal "Siempre P'alante" nº 815, 1-XI-2018, pág. 14 
Las imágenes son propiedad del autor

jueves, 18 de octubre de 2018

El sentido de 1936

OPINIÓN


Que digan la verdad y sin odio

Ya sabrá Vd. que ciertos políticos sólo buscan entretener a las galerías para ocultar su pésima administración. Ahí está su concurso internacional (?) de ideas para “los Caídos”, aprobado con el voto de calidad del alcalde EH Bildu (“Diario de Navarra”, 4-X-2018). Es de vergüenza que se abra así la puerta al proyecto-talibán de demoler este edificio. Es vergonzoso que ningún político recuerde que Navarra levantó el monumento a sus muertos en la Cruzada. Más todavía, es alucinante que aquello lo firmen estalinistas de checas y fosas, separatistas de los buques prisión, amigos de ETA etc. Lo es saltarse a la torera las condiciones puestas por el arzobispado para la donación del edificio al Ayuntamiento en 1997. (¿Callamos para luego decir que es tarde y apelar a los hechos consumados?).  Más todavía, otros confunden la defensa de sus propios intereses con la prudencia, y el silencio sistemático con un alarde de suma inteligencia.
En el artículo “Los Caídos, un testimonio del pasado” (DdN, 26-IX), un periodista rechazaba la demolición, graduando el argumento desde un feo tremendismo equívoco hasta pedir que se mantenga el edificio destruyendo su significado: el religioso y el de la Navarra. Quizás no haya visto -o sí- las pinturas de su cúpula. Diciendo que los del derribo pervierten y retuercen los símbolos y politizan la historia, él cae en lo mismo cuando ignora, oculta y se opone a la realidad que fue. ¿Recuerda Vd. por qué murieron 4.552 navarros en el frente y se levantaron en armas más de 42.937? ¿Saben qué es el estalinismo y comunismo, la escalada revolucionaria, la persecución sistemática y global? ¿No tienen tantos navarros de ayer derecho a ser respetados y recordados al menos por su valor heroico? ¿Van a decir que no miremos la historia en lo que fue?

Ofrecemos tres cartas (Archivo HCVC) para recordar el pasado (se respeta grafía).
Primera. “Tafalla 13 de Diciembre de 1939 / (…)/ Excmo e Ilmo. Sr.: Don José María Pascual me escribió días pasados, indicando nombrara una persona de todas las mas excelentes cualidades, activo, trabajador y entusiásta (...): en efecto he elegido y propongo a D. Florencio Aoiz Ozcariz, persona de toda confianza, que desde el 1er dia (…) salió solo movido de su celo por su Dios, su patria y su rey; no tengo duda que cumplirá con entusiasmo su cometido porque luego de llamarlo e imponerle al corriente de los fines de la Asociación empezó a trabajar con sus amigos y conocidos./(…) Lorenzo García / Párroco”.  
Segunda. “El objeto (…) es mantener el espíritu de la Cruzada (…), y además sufragar las almas de todos aquellos, nuestros Hermanos (…) que murieron luchando por Dios y España./ Queremos que acabada la guerra España (…) no se enerve aquel espíritu magnífico; para ello pretendemos agrupar todos los Voluntarios en una Hermandad que recoja el espíritu de la moderna Cruzada en los cauces viejos de organización al estilo tradicional; haciendo que con las oraciones en común y las frecuentes reuniones se siga manteniendo en cada uno el orgullo de haber sido Soldados de Cristo, Voluntarios de su Cruz; mejor, que siga siéndolo en su localidad, y todos juntos en España, pues juzgamos que no debemos ser excombatientes, sino combatientes espirituales de la causa de Dios y de la Patria; (…) pues así lo demanda la justicia de que la Cruzada que tanta sangre y sacrificio ha costado, no sea desvirtuada. / Conocemos el problema del excombatiente; que éste quizás después de la guerra, se ha entibiado, pero sabemos que lo que haya podido perder en fervor lo ha ganado en orgullo de clase, por eso venimos (…) a recogerlos en grupo para que entre ellos se animen (…). Lo que no podemos consentir en conciencia, es que los voluntarios anden desperdigados, sueltos, tal vez necesitados, después de haber sido los protagonistas de una gesta imperecedera. (…)/ En cuanto a lo de “Cristo Rey” o “de la Cruz”, substancialmente es lo mismo. El primer nombre ha sido el grito de guerra de la Cruzada, la jaculatoria de Molle, pero ¿no le parece más genérico, más usado, mayor -hablo nominalmente- el “de la Cruz”? / La Cruz presidió en todo momento nuestras empresas, con élla al frente hicimos la guerra de Cruzada, élla preside la sepultura de nuestros hermanos y fué élla la que nuestros antepasados, los Caballeros de las Órdenes Militares, llevaron al pecho, y que hoy nosotros, sus sucesores la hemos elegido como insignia (…)” (José Ángel Zubiaur a Andrés Contreras Martel, Pamplona  31-X-1941).

Tercera. En nombre del prior Narciso Ripa, se responde a Daniel Nagore, alcalde de Pamplona, el 22-X-1945: “(…) Pregunta Vd., si dado el caso de que como Alcalde de la Ciudad solicitara el indulto de alguno o algunos conciudadanos nuestros del campo contrario, podría contar en su proceder con el asenso de esta Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, cuya opinión considera más calificada y serena en este asunto. / Sabido es que constituye la razón de nuestra existencia, mantener el espíritu de la Cruzada, aquel religioso-patriótico que nos llevo al frente a dar por esos sublimes Ideales incluso la vida. Salimos a eso; a luchar y morir por amor, no por odio, y nuestro espíritu tenia toda la amplitud del cristiano que sabe combatir cara a cara, pero sabe también perdonar. / Si Dios perdonó a los que le crucificaban, nosotros, Voluntarios de la Cruz, no hemos de perdonar a los que tanto daño han hecho Dios y España? Salvada la justicia en la condena del delito, misericordia para el que lo cometió (…)”. Quede claro.

José Fermín Garralda

Publicado en el quincenal "Siempre P'alante", nº 814 (16-X-2018), pág. 14

miércoles, 10 de octubre de 2018

Entrevista al Sr. Obispo de Almería y la basílica del Valle de los Caídos

ENTREVISTA


Me ha llegado una entrevista reciente, realizada al Ilmo. Adolfo González Montes, Obispo de Almería, redactada por don Jesús Bastante.
Selecciono los titulares, señalo los puntos de los que trata la entrevista, y, por su interés, recojo lo que afirma sobre el monumento del Valle de los Caídos de la C. A. de Madrid.

Los titulares: 
EL OBISPO DE ALMERÍA CREE QUE "NO SE HA RESPETADO EL ACUERDO INTERNACIONAL" AL READMITIR A LA DOCENTE
"YO NO HE OTORGADO LA 'VENIA DOCENDI' A RESURRECCIÓN GALERA"
"LOS OBISPOS ESTAMOS EN PLENA COMUNIÓN CON EL SANTO PADRE, QUE CUENTA CON NUESTRO APOYO"

09 DE OCTUBRE DE 2018 A LAS 12:34


Puntos de la entrevista: Las preguntas al Obispo de Almería abarcan el caso de una profesora que imparte Religión Católica sin la «venia docendi», sobre el Papa Francisco y qué podemos hacer los creyentes para ayudarle, sobre los bienes inmatriculados a nombre de la Iglesia, y sobre el monumento del Valle de los Caídos.

Sobre esto último dice así:

- ¿Qué opina de la exhumación de los restos de Franco?

-Sin prejuzgar nada sobre la conveniencia o posibilidad de algo que pudiera hacerse consensuadamente, contando siempre con la familia y según la ley. Esto debe quedar claro, pero ésta es una cuestión que se está prestando a manipulaciones políticas no exentas de cierto sectarismo y por razones ideológicas. Muchos de los mártires víctimas de la persecución religiosa durante la República y la Guerra Civil han sido rescatados de fosas comunes y de pozos atorados de cal viva. Es verdad que muchos miles de ellos fueron honrados desde los primeros momentos de la postguerra, pero otros no han aparecido, siguen enterrados en lugares desconocidos, mezclados con otros de manera anónima y son irrecuperables sus restos, al menos por ahora. Este es un asunto que hay que tratar con respeto y voluntad sincera de reconciliación”.

“La basílica de la Santa Cruz, del Valle de los Caídos, es una iglesia confiada a la comunidad religiosa del monasterio benedictino, y no un mausoleo de Estado. La pretensión de algunos de secularizar este lugar sagrado no sólo es contraria al carácter inviolable de las iglesias reconocido por la ley, sino un hecho inamistoso hacia la Iglesia Católica, un agravio no deseable y contrario al deseo de reconciliación plena. La manipulación sectaria de la memoria histórica no reconcilia, desestabiliza la paz social y pone en riesgo los logros de la transición. Por otra parte, las declaraciones a las que estamos asistiendo parecen dejar en claro que lo que de verdad les molesta a algunos es la Cruz, el signo cristiano por excelencia. Algunos no parecen haber aprendido nada de la historia ni tampoco haberse movido ideológicamente de donde siempre han estado”.

En efecto -concluyamos-, "lo que de verdad les molesta a algunos es la Cruz, el signo cristiano por excelencia. Algunos no parecen haber aprendido nada de la historia ni tampoco haberse movido ideológicamente de donde siempre han estado".

Por la transcripción

domingo, 7 de octubre de 2018

Claro que el monumento de Navarra no es el Valle de los Caídos

NOTICIAS

He recibido del Sr. Ariza el mensaje siguiente, y me permito recogerlo en este portal, aunque el monumento de Navarra no es lógicamente el Valle de los Caídos:

Buenos días.
Volar la cruz más grande del mundo. Ese es el único objetivo de la extrema izquierda con el Valle de los Caídos. Franco es solo el primer paso en la toma de control de la basílica.
Una cruz visible desde más de 40 kilómetros de distancia, con una altura de 150 metros y cimentada por los cuatro evangelistas. ¡No pueden soportarlo!
Ya lo propuso Izquierda Unida en junio y ahora ha sido PODEMOS quien ha presentado la delirante propuesta de volarla y la utilización de su “residuo gravoso” para crear otro ‘monumento de respeto a las víctimas’.
Sin embargo, lo que para casi todos era una obviedad se le escapó desde el principio a la jerarquía católica de nuestro país, que se abstuvo, en la línea del Partido Popular, ‘con absoluta indiferencia’ de opinar sobre la profanación del cuerpo del caudillo pretendida por el gobierno de Sánchez, y sigue callada a pesar de que se esté debatiendo públicamente si se dinamita o no el conjunto.
Así quedaría, en vista de satélite, el espacio si cuaja la propuesta totalitaria:
Los que tiren la cruz construirán una el doble de grande.
Un fuerte abrazo.
Gabriel Ariza Rossy

lunes, 1 de octubre de 2018

Arbitrariedad a voces y dejaciones sobre el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada

OPINIÓN

Aún con vergüenza ajena y sobrecogidos, Dios quiere que estemos firmes. ¿Se repetirá el affaire de las exhumaciones -prepotencia, trampas y claudicación-, esta vez con ocasión del edificio del Monumento de Navarra a los muertos en la Cruzada? (Seguimos noticias recientes de prensa, “Diario de Navarra” 19 y 20-IX). ¿Se repetirán las actuaciones de unos y otros intervinientes de ayer? Si los derrotistas, que no suelen trabajar, huyen hacia adelante, confiamos que, puestos en una situación difícil, habrá quienes cumplan sus obligaciones más allá de los respetos humanos.

Nunca hubo tanto abandono de la norma y legalidad por parte de unos, y nunca asistimos a tanto qué más da por parte de otros. Y nos preguntamos: ¿para qué la normativa? ¿Para qué la protección de los monumentos? ¿Y las condiciones de la donación o cesión del monumento de Navarra por parte del arzobispado al Ayuntamiento en 1997? ¿Es que todo está permitido a voluntad? ¿Unos son más iguales que otros, y hay que amansar al personal? ¿Es imparcialidad, bien común y no astucia, que el Ayuntamiento pida al Parlamento una ley que le dé un poder absoluto sobre “Príncipe de Viana”, y encima con pretextos de ciudadanía? Creen que sobre la Iglesia podrá la nueva desamortización o expropiación por el “interés general”. Eufemismos.

La arbitrariedad genera prepotencia en quien la ejerce y, esto, hace que quien la sufre se cohíba, y que en todos haya miedo, fruto de un continuo retraimiento de los “buenos” en temas gravísimos durante décadas, y fruto también de una violencia sufrida en democracia. Máxime esto es así cuando las posturas están encontradas, unos son capaces de lo que todos sabemos, y no cesan de atentar contra la significación del monumento de Navarra y hasta proponen diversos tipos de destrucción.


Arbitrariedad es confundir el monumento de Navarra con la ley de Memoria Histórica porque todo depende del uso y del sentido que se quiera dar a las cosas. No basta que el monumento de Navarra esté desacralizado en 1997. No basta la brutalidad de las exhumaciones en 2016. Nada basta… Acabarán persiguiendo la Cruz, volviendo así las cosas a su origen después de tanto autoengaño.

Arbitrariedad es cuando el concurso internacional - ¡oh palabra de  prestigio! - que proponen sobre qué hacer con el monumento de Navarra, carece de limitación alguna, y cualquier idea -por talibán o guerra civilista que sea- puede ser acogida: desde la total transformación hasta su derribo. Ausente queda la protección de grado 2 para el edificio que exige el mantenimiento de los elementos de valor y del grado 3 para las arquerías. También es arbitrariedad, injusticia y rodillo quebrar las obligaciones que el Ayuntamiento contrajo con el Arzobispado en el documento de donación del edificio en 1997. Si las partes implicadas callan ahora, parecería que dan la arbitrariedad y la unilateralidad por justa y buena, aunque sepan que no lo es.

Arbitrariedad es que “Príncipe de Viana” no esté en el jurado del concurso de ideas, ni emita informe alguno sobre las que sean elegidas, lo que contradice con la afirmación del concejal de Urbanismo (EH Bildu) realizada en enero, para quien “Príncipe de Viana” era un elemento fundamental en el concurso de ideas sobre qué hacer con el edificio, y requería un informe preceptivo y vinculante de la institución. Arbitrariedad es que tal institución no quiera participar en dicho jurado, ni vetar el resultado porque -dice- el concurso y la participación ciudadana se plantean como un ejercicio libre de proyección arquitectónica y urbana, salvo que afecta a “la reforma del planeamiento urbano”, con lo que de esta manera se inhibe de defender el mismo edificio, sufra éste una modificación sustancial o no (DdN, 20-IX).

Entonces, ¿para qué las normas, la ley y la protección de monumentos, así como las condiciones de la donación del Arzobispado al Ayuntamiento? ¿Para tentar en vano y para luego caer en la tentación?

Arbitraria es la composición del jurado que elegirá los cinco proyectos, pues ya de entrada varios vocales son políticos. Arbitrariedad es cuando, en su deseo de transformar el edificio, el alcalde EH Bildu de Pamplona quiere que el Ayuntamiento pamplonés -es decir, su cuatripartito- tenga la última palabra sobre los edificios protegidos y catalogados de la ciudad, dejando fuera a la institución cultural “Príncipe de Viana”. Para ello piensa proponer al Parlamento -nueva arbitrariedad- un cambio de la ley. Arbitrario, demagógico y confuso es decir que los vecinos tendrán la última decisión. Los vecinos ¿o los colectivos sociales favorables al mandamás? ¿Es que ignoran la casi nula participación ciudadana en las jornadas de reflexión del 10-III-2018, o bien lo fácil que es manipular la opinión, y de confundir con la mayoría la opinión de una minoría organizada? La palabrería y apelar a la ciudadanía oculta la arbitrariedad. También es arbitrario que “Príncipe de Viana” se inhiba del cambio de ley intentada por el Ayuntamiento para tener éste la última palabra sobre el edificio.

EH Bildu no sólo quiere quebrar compromisos y obligaciones contraídas por el Ayuntamiento, sino también expropiar la cripta: “En caso de interés general cabe hacerlo. Y si vamos con la ley estaremos más amparados” (DdN, 19-IX. Si en otros momentos había límites a la arbitrariedad del poder ejecutivo, ahora y sin vergüenza alguna se hace tabla rasa de todo. Y si la arbitrariedad es mala, peor es el miedo.


Fermín de Musquilda

Publicado en "Siempre P'alante" nº 813, 1-X-2018, pág. 14