In memoriam.
Su honor, muy por encima de nuestra gran vergüenza como pueblo
Su honor, muy por encima de nuestra gran vergüenza como pueblo
PAMPLONA le vio nacer en 1872. Su familia fue militar de saga carlista. Sus méritos de guerra y hazañas se encuentran en los
libros. Héroe incomprendido por unos, vive querido por muchos navarros hoy
silenciosos. Mucho se le debe, también donde hoy reposa. Comandante militar de Melilla
(1921), dirigió el desembarco de Alhucemas (1925), ganó el sobrenombre León del Rif. Máxima autoridad del
Marruecos español. Puso de acuerdo a Mola con los carlistas navarros y el 20
de julio de 1936 fallecía en accidente de
avión en Cascaes (Portugal), al ir a despegar hacia Pamplona para dirigir a los
sublevados por Dios y por España. Tenía
64 años.
Por
pacificar Marruecos nuestro Marqués de Monte Malmusí y luego del Rif (1926), Fructuoso
Orduna hizo un monumento por suscripción popular, de estilo clasicista, colocado
en la calle ciudadela de Pamplona. Se inauguró el 13-VII-1929. Retirado su
busto de bronce en 1931, repuesto en 1936, se quitó de nuevo en 1988. La
Comunión Tradicionalista Carlista (CTC) de Navarra pleiteó con el Ayuntamiento
iruñense, siendo digna de leerse la sentencia judicial.
El
22-XI-1939 la S.I. Catedral de Pamplona recibía los restos mortales del
teniente general laureado y celebraba
sus honras fúnebres. El túmulo mortuorio se levantó en el atrio con escolta y
jefes. Sus restos mortales reposarán en un recinto de dicha Catedral de 1939 a
1961, en un sepulcro exento de austeras líneas a los pies del Altar. Según el
Recordatorio, la inscripción ante el sepulcro rezaba así:
“Aquí esperaré el día de
la resurrección de la carne. En mi heroica y lealísima tierra natal de Navarra,
en la que esperan también ese día del Señor y de la realidad de la victoria,
tantos y tantos cruzados que con su sangre salvaron a España. Hacia esta tierra
me traían los hombres de buena voluntad, en un julio inolvidablemente glorioso.
Yo en aquel vuelo traía
mi alma de soldado, para guión de aquella empresa de héroes y caballeros; Dios
no lo quiso; Dios quiso darme la muerte, para descansar en el sueño de los que
en Él mueren; en mi tierra, con los míos, a la divina sombra de Santa María la
Real” General Sanjurjo.
Sepulcro del General Sanjurjo en la catedral de Pamplona. Recordatorio a los Mártires de la Tradición. Archivo del autor. |
Ahí
descansaba confiado, mientras entre junio de 1943 y julio de 1954 se levantaba el
Monumento de Navarra a sus muertos en la
Cruzada. El 17-VII-1961 se trasladaron sus restos mortales con toda
solemnidad hasta su Cripta, junto a los de Mola y cinco voluntarios -el sexto llegará
en 1964-, que representan a los 4.653 muertos por Dios -fue una Cruzada- y por
España en el frente de combate. ¡Por esto los han exhumado con iniquidad en 2016! ¿Se enteran entrampados
y navarros?
No
fue fácil el traslado. Vicente Arrastia Gorricho, miembro de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la
Cruz, decía: “no sabemos qué malas
voluntades torpedean estos propósitos” (“La Actualidad Española”, 14-III-1961).
El
cortejo fúnebre con los restos mortales partió de la catedral, desfiló por la Plaza del Castillo y las avenidas San
Ignacio y Carlos III, y llegó hasta la Cripta del Monumento. El pueblo estuvo en masa junto a
sus autoridades. El féretro lucía las
banderas nacional y de Navarra, el fajín, espada, gorra militar y
condecoraciones.
El
16-XI-2016 sus restos mortales -entre otros- fueron exhumados con vileza e
inquina contra la voluntad expresa de las familias de cuatro héroes. Fue
posible gracias al pacto entre el Alcalde
(EH Bildu) y el Sr. Arzobispo, quien claudicó con un por hoy inexplicable
giro de timón. Las familias -se les tentó- se resistieron a triangular a ambos. Tras perder éstas el
recurso de amparo ante el Juzgado, los restos mortales de Sanjurjo y tres
voluntarios fueron recogidos inmediatamente por un noble representante legal de
las familias.
Nuestro
máximo respeto hacia el silencio y dolor familiar. Pero los navarros debieran
de expresar el suyo: no pudieron hacerlo, siguen callados y, en el país de la
libertad y el Derecho, los poderes fácticos (alcaldía, arzobispado y Diario de
Navarra), junto a la dejadez y tergiversaciones durante décadas, directa o
indirectamente lo han impedido. Ningún navarro estuvo físicamente entre el Alcalde
y dicho representante familiar para denunciar
el abuso del poder municipal. Algún derecho -no ya jurídico- tendrán los navarros, pues Sanjurjo era
una personalidad pública, lo quisieron en la Cripta (1961-2016) y le consideraron
un héroe. Ausentes el 16-XI-2016, los navarros rechazan la claudicación y la orden
del Alcalde de exhumar. Todo se hizo de repente, en silencio, de noche. Frente
al triángulo de hecho (impuesto a las
familias), sólo protestó in situ quien
también era presidente de los carlistas CTC de Navarra; primero en el zaguán y luego
-dos veces- expectante frente a una vigilada Cripta.
Se comprende la actuación de las familias hartas de
este affaire del Talibán marxista-separatista.
Navarros: mostremos nuestro dolor y vergüenza por lo ocurrido, y pidamos perdón.
Hoy no merecemos a Sanjurjo, que está bien entre sus Regulares.
La Diócesis estaba obligada a velar los restos mortales
del general Sanjurjo como cuando estuvieron en la catedral durante 22 años. Una
vez fuera de Navarra, el jueves 23 de marzo de 2017 recibieron los honores propios
de su rango y descansan en la avanzada de España junto a las columnas de
Hércules. Plus Ultra. Sanjurjo sigue respetado,
y a pesar todo y del inexplicable silencio de los buenos -¡paz en Cristo al
héroe y mártir!-, cada vez con más unción en la memoria viva del pueblo fiel.
Fermín de Musquilda
Publicado en el quincenal "Siempre P'alante" nº 782 (16-IV-2017) y en el digital "Ahora-Información" (21-IV-2017).
No sé si han visto las fotos del traslado de sus restos mortales a Melilla, con honores militares para fastidio de los batasunos: http://hispanismo.org/noticias-y-actualidad/22976-profanacion-y-resentimiento-pamplona-exhumara-los-generales-mola-y-sanjurjo-2.html#post154072
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