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Adjuntamos algunas intervenciones de la Junta Carlista de
Navarra (CTC)
ante los ataques que ha sufrido y sufre la integridad del monumento de Navarra
a sus muertos en la Cruzada.
¿Qué dirían o harían, Dios mío, los contrarios, la que llaman
derechona política,
y el mismo clero católico… si la situación fuese al revés, es decir, si el
monumento estuviese dedicado a los brigadistas internacionales, los milicianos
de todo pelaje y a los gudaris (que en Navarra y Álava no hubo pues los
nacionalistas vascos se apuntaron al requeté por la religión contra el
comunismo)? ¿Qué no harían o dirían?
Antes de adjuntar dichas intervenciones, permítannos unas consideraciones:
La culpa de lo que ocurre la tienen los que atacan el monumento por todos
los lados y de diversas formas, y los que prometen mantener el ataque: utrimque roditur.
La culpa la tienen los que nada han hecho por el monumento desde hace
décadas, y ahora plantean una intervención museística sin decir si van a
respetar la cripta para utilización religiosa.
La culpa la tienen los pamploneses y navarros “pasotas”, negligentes, que
están dormidos y paralizados, que siguen “el qué dirán”, el decir de la
partitocracia, o “los vientos e la historia”, historia que hoy escriben
los que conectan plenamente con el lado revolucionario durante la guerra y con
el terrorismo de ETA.
La culpa la tiene el sistema político liberal de 1978, que abandona a Dios
y la religión católica, que no es representativo, que no es democrático de
veras, que es partitocrático y demagógico, que paraliza a todos porque confían
en la partitocracia y ésta excluye cualquier otro tipo de representación, y que
nos ha traído el punto de decadencia y horror en el que estamos.
Responsable es el clero católico que no haya exigido ni exija públicamente
el cumplimiento de la escritura de donación realizada por el Arzobispado al
Ayuntamiento de Pamplona en 1997-1998. Ya han existido motivos gravísimos de devolución
al arzobispado.
Responsable de cualquier horror cometido en el monumento la tendrá el arzobispado
si renuncia -confiamos y suplicamos que lo haga- al usufructo de la cripta,
expulsando de ella a la Hermandad de Caballeros Voluntarios de
la Cruz pues la tiene como sede. Estas os observaciones sobre el clero
amigo las hago bajo mi exclusiva responsabilidad, porque es posible que a
algunos no les guste.
La culpa la tienen los que no han querido vivir el significado del
monumento desde su creación, abandonándolo poco a poco en un mundo consumista,
comodón e ingrato hacia el esfuerzo máximo de quienes ofrecieron su vida en el
frente de batalla contra el comunismo y Stalin, por la Religión, España y la
civilización.
Está visto que, en esta vida en la que triunfa el “príncipe de este mundo”,
y que los mártires y héroes deberán defender su propia memoria entre los
hombres. Ahora se entiende la expresión. “que Dios te confunda”.
Algunas actuaciones:
La
CTC de Navarra llevó a cabo sucesivas y variadas actuaciones. Primero reclamó el patrimonio de los carlistas al llamado “Partido Carlista” (1985).
Luego pleiteó
contra el Ayuntamiento de Pamplona por haber retirado del busto de Sanjurjo de
la calle Ciudadela de Pamplona (1987) (1). Sanjurjo recibió el homenaje municipal como pamplonés que era, por su
labor en la guerra de África. Aunque la CTC perdió, la sentencia dió una reprimenda al consistorio
pamplonés.
También hizo
su memoria histórica sobre el “50 aniversario del Primer bombardeo de Pamplona,
población abierta” (23-V-1987).
Defendió
el Monumento de Navarra a los muertos en la Cruzada ante
la intención socialista de convertirlo en planetario (1988).
Denunció las agresiones que dicho Monumento de Navarra sufrió el 8-IV-1990, cuando se destrozaron las mejores vidrieras del monumento, realizada por unos artífices de Alemania. (“Vandalismo en el Monumento a los muertos de 1936”, en “Diario de Navarra”, 20-IV-1990).
NOTAS:
(1) “Diario de Navarra”, 6-XI-1988; “Siempre
P’alante”, 19-XI-1988. La CTC pidió que se volviese a poner el busto
de Sanjurjo donde estaba, vid. “Navarra Hoy”, 11-VIII-1988. Para ello, recurrió
a los tribunales contra el acuerdo municipal de Pamplona del 28-IV-1988. Vid
también “El Alcázar”, 31-VIII-1988. La sala de lo contencioso-administrativo
del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, desestimó el
recurso presentado en mayo de 1988 por la CTC, aunque reconoció que los
instrumentos legales que el Ayuntamiento utilizó para la retirada del busto del
general Sanjurjo, fueron “excesivos para tan poca obra”, “un instrumento
demasiado pomposo para ordenar tan poca cosa como es la retirada de un busto”,
y afirmó también que el Plan Especial realizado para llevar a cabo esta
actuación “no es sino un despilfarro administrativo, pues se ha tramitado un
expediente complejo cuando bastaba un mero acuerdo municipal”. Vid. “Diario de
Navarra”, Martes 4-II-1992.
Primera (1990):
Segunda (2003):
Tercera (2008):
Cuarta (2009 y 2011):
La Permanente de la Junta de Gobierno tuvo una intervención clara ante los desmanes implícitos en la ley de memoria histórica, que es la siguiente (2021):
José Fermín Garralda