sábado, 25 de marzo de 2017

Joaquín Sota Garayoa: el ángel que nosotros no somos.


 DOS NOVEDADES hay tras la escandalosa agresión verbal de las reuniones de ZER del 27 a 29 de enero y su proyecto talibán contra el Monumento. Los hechos cuajando  en el impasse del silencio, ¿harán que un nuevo asalto Talibán blanquee a ETA?   
Primera novedad. Surge una nueva posición, la del jocundo articulista Sr. Romera (DdN, 1-III), que pretende ser sosegada, de baja intensidad, técnica o pragmática. Quisiera él rebajar la “sobrecarga emocional” en torno al monumento de los “Caídos”, pero ignora que la opinión pública sólo escucha una voz y emociones  de los Talibán, con su agresividad, ruido y medios. Sr. Romera: no vaya de moderado centrista, trampa múltiple vista en exceso. Vd. está contra el monumento porque parte de que es igualmente válido conservar el edificio que  derribarlo. ¿Por qué no lo dice de otros monumentos aparecidos en Navarra? Afirma que su interior no es “decente”, y que por ello el edificio puede mantenerse “a condición de borrar todo lo que queda de simbología explícita”. Así nadie se escandalizará si se transforma en museo, galería comercial, invernadero o algo así. Pues bien, ojo el lector con aquella otra posición conservadora de los Trece de la Fama (DdN, 26-I), que busca  transformar el monumento -¿pleno derribo espiritual?- pero sin decir a costa de qué.  ¿Saben que nosotros lo queremos enterito, como y para lo que se construyó?
“Diario de Navarra” parece preferir un monumento sin huella alguna de lo que fue, y dirige la opinión: demolición a lo bestia, o mantener el edificio sin que lo reconozca la Navarra que lo levantó. ¿Y si fuese un monumento al gudari…?
Segunda novedad. Sabemos que el último de los ocho exhumados de la Cripta del Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada, ha sido enterrado junto a sus padres en Tafalla. Consumada la iniquidad, nos alegra el entierro final (SP’, nº 776, 16-I), pero con dolor porque, arrancado de su tumba por el alcalde de EH Bildu y la inexplicable firma final del Sr. Arzobispo, ya no lo devolverán.
JOAQUÍN SOTA es del que menos noticias se tiene según el blog amigos-monumento-navarra.blogspot.com Fue el navarro más joven de aquel 19-VII-1936. Salió con trece años de edad por Dios-Patria-Fueros-Rey. Murió con 15 años en el frente de Balaguer (Aragón) el 21-VII-1938. Sus restos reposaron en Tafalla. Luego, con permiso de sus familiares directos, el 17-VII-1961 varios combatientes tafalleses lo trasladaron en un gran acto de homenaje hasta la Cripta del Monumento: Felipe Sota Garayoa, Florencio Aoiz Oscáriz, Nicanor Segura Pérez de Iriarte, y Jesús Alcalde García.
La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz daba vida religiosa y velaba por el Monumento -incluida su Cripta- que era su Sede por decreto del Sr. Arzobispo del 13-I-1960. En 1998 se desacralizó la basílica y el monumento se regaló al Ayuntamiento. Qué error. La HCVC volvió a la Cripta de 2002 a 2017, como Sede según otro decreto arzobispal del 9-I-2006. En la segunda noche del 16-XI-2016, los restos mortales de Sota -junto con cuatro más- fueron exhumados por la fuerza. Fue a modo de Oficio de tinieblas. Hubo presiones, trampas y complicidades en las altas esferas institucionales, y en otras compromisos, medias verdades y silencios. Todos quietos. Los restos de “Sotica” -a diferencia de los otros cuatro- no fueron recogidos por sus familiares y pasaron a jurisdicción municipal.
"Diario de Navarra" (27-II-2017) informa que don Emilio Tejero había solicitado al Sr. Arzobispo, mediante una carta abierta, que se interesase por el entierro de los restos mortales que faltaban, los del voluntario requeté Joaquín Sota.  El Sr. Tejero expresa el ámbito del Carlismo sevillano. Pues bien, a raíz de dicha carta, una sobrina de Joaquín Sota -con la que varios carlistas quisimos contactar pero sin éxito- llamó a aquel para informarle que finalmente ella había reclamado los restos mortales que luego enterró junto a sus padres. (El 26 de febrero me enteré de ello por otra vía). Los reclamó más o menos un mes antes de dicha llamada. Parece que los de Bildu trataron de presionarle para que se avergonzase de su tío o algo así, pero ella se ha mantenido firme.
 “Diario de Navarra” señalaba en tres ocasiones a Joaquín Sota como un NIÑO. ¿Quiere así adelantarse y estimular al lector? Mejor harían con entenderlo.
Joaquín fue el navarro más joven de la Cruzada. Fue vibrante y generoso.  Con 13 años algunos eran mozos por entonces, mientras que hoy son niños. No era un pobre chaval, ni le era lo mismo cantar el himno republicano que cualquier otro. Según buena fuente, nada sabe “el Javier” que ante mi total extrañeza me lo decía.
“Sotica” saltó al frente con su hermano Felipe. No debiera de ser de apariencia menudo, porque a más de uno le enviaron a casa por no cumplir la edad reglamentaria, lo que apoya el buen hacer de los mandos carlistas que no se aprovechaban de las almas ardorosas. El famoso marino pamplonés don Carlos Etayo Elizondo me dijo que él no pudo “colar” por su complexión, pero que sí lo lograron otros. Y ningún Sota era un descerebrado. Sus almas limpias y ardientes, nada tibias, sabían lo que sufrían Dios y España, y dieron lo mejor de sí. Toda la familia era carlista de toda la vida, acostumbrada a la generosidad y al sacrificio. Sólo quien lleva este bagaje humano, religioso y familiar, comprende que a los trece años se quiera igualar a otros mártires y santos. Esto resulta hoy difícil de comprender en nuestro ambiente materialista y traidorzuelo, secularizado y flojeras
José Fermín de Musquilda


Publicado en "Siempre P'alante" nº 780 (16-III-2017)

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