domingo, 29 de enero de 2017

Guerracivilistas y talibanes, y la trampa de la "Reconversión o derribo". Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada (Pamplona)

AVISO
Guerracivilistas y talibanes.
El engañoso dilema: "Reconversión o derribo".


ESTE FIN DE SEMANA se han dicho barbaridades en las llamadas "Jornadas de reflexión sobre este símbolo golpista" que dicen con toda falsedad que es el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Ha sido en Pamplona los días 27, 28 y 29. 

Por lo visto, mientras los navarros tenemos actualmente problemas gravísimos, los hay que se entretienen azuzando todo y a todos. Son los que no saben o no quieren resolver el presente. 

Allá ellos por sus ignorancias (muchas veces voluntarias) con su odio contra la Cruzada de 1936, que lo fue. Lo que quieren es la revancha sobre algo que ocurrió hace 80 años. Sin embargo, esto no se trata de un "loquero" sino de un experimento "intelectual" de gente "bien comida y pagada".


Foto cedida
Estos guerracivilistas en acción producen angustia moral y psicológica en nuestra comunidad, y buscan la ruina de la sociedad de Pamplona y Navarra. Practican un maoísmo o marxismo sistemático, abogando por un tipo de Revolución Cultural; manipulan como si buscasen nuestro "lavado de cerebro", mientras que para ellos todo esto parece un juego y un "deporte" "intelectual" o... pasional según el caso. Basta ver las edades que tienen o a qué generación pertenecen, grabada en sus rostros. Están produciendo mucho sufrimiento que va in crescendo. Les trae al pairo un sufrimiento tal y están dispuestos a extenderlo a todos los rincones del viejo Reino, para ellos tierra de conquista psicológica, moral y/o euzcadiana. 

No creo que tales sepan lo qué es trabajar de peón, de almacenista o en la carretera, ni que sepan qué es el paro y no llegar a fin de mes -y así año tras año- a pesar de las muchas horas trabajadas, de toda una vida. Sus profesiones son a veces muy otras. 



Que sepan los que así azuzan y no quieren saber, que los más de 40.000 navarros que salieron al frente de batalla en 1936 (¡qué idiocia su obsesión en 2017 por épocas pasadas!), que Navarra entera dirigida por la Diputación Foral como su PRIMER VOLUNTARIO, y que los casi 5.000 muertos lealmente en combate, acudieron a la llamada para salvar la RELIGIÓN, para salvar la libertad religiosa del católico en sus personas, familias y escuelas, para que los católicos pudiesen ser ciudadanos de primera categoría, para que la Iglesia pudiese ser libre, para que cesase la persecución y no viniese la Revolución que estaba preparada  ¿Es que creen que su totalitarismo podía ser admitido por hombres libres?


El Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada es el símbolo de la libertad religiosa del católico, de la defensa de los derechos de Dios y de la Iglesia vapuleada desde el 14 de abril -y antes por el Liberalismo-, de la defensa de las libertades, de la generosidad, reciedumbre y valor del pueblo navarro en general -no la "enmierden" con hechos execrables en las retaguardias, de las que los agitadores dicen y callan lo que quieren-, del freno al asalto callejero, del freno y victoria sobre el estalinismo y bolchevismo de los sin Dios, sin sociedad, sin libertades y sin patria. En 1917 había sido la Revolución bolchevique con dos golpes de Estado, y en 1934 la Revolución y guerra civil en Asturias y en la Cataluña -siempre leal Principado- secuestrada por las élites del Estado catalán. No diremos más. 

Junto a las mentiras, vive el odio, pues además de lo que dicen con su palabra y gestos, los talibanes occidentales prescinden de todo para destruir lo que no les gusta. ¡Derribo, derribo...! Y con él o sin él, ¿se forrarán con lo que construyan?

ESTE FIN DE SEMANA también han circulado dos encuestas sobre el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. "Diario de Noticias" (el mentizias) ha incluido en su web un ensayo de encuesta sobre el futuro de los Caídos: O RECONVERSIÓN O DERRIBO.

Esta supuesta encuesta es un engaño. El dilema es una trampa. Reconversión significaría que lo mantenido por el arzobispado en la escritura de donación al Ayuntamiento de 1997-1998, se perdería al completo. 

Las tres cruces muestran el origen, función y culto religioso del monumento.
Foto: Ramón de Argonz
Reconvertir significaría -salvo que afirmen lo contrario de forma expresa-: quitar las tres cruces exteriores de las tres linternas del edificio, picar otras cruces de piedra, picar las lápidas con casi 5.000 nombres de navarros indignamente tapados desde hace veinte años, picar los escudos que se ocultan, desacralizar la cripta e incorporarla a la desacralización general, picar inscripciones etc. etc. ¿Es que no nos damos cuenta? Significaría anular el espacio constructivo, el monumento mismo... y tantas otras cosas.

Una situación así sería destruir más si cabe lo que fue Basílica de la Santa Cruz que está en la planta noble, sería arrebatar a la Iglesia mediante presiones el usufructo que mantiene sobre la Cripta -de donde indigna y dictatorialmente Asirón EH Bildu ha exhumado los restos mortales de ocho navarros-, sería el derribo espiritual, el derribo de toda huella material del espíritu originario que tuvo y en parte sigue teniendo el monumento (pues lo contrario no querrían derribarlo).

Imaginen qué pasaría y qué se diría si el monumento lo fuese a gudaris, milicianos y brigadistas internacionales. Las élites de Navarra han sido un desastre por su liberalismo, su egoísmo, y sus complejos. 

La posición vergonzante de un mega-museo sin límites.
Es hora de quebrar y superar el falso dilema O reconversión o derribo, en el que al menos en parte han caído -lo digo con todos mis respetos hacia sus personas- los 13 bienintencionados pamploneses de la fama ("Diario de Navarra", jueves 26-I-2017), que proponen una reconversión o transformación genérica de monumento y sin señalar límites, transformando una sala de exposiciones que ha funcionado en un mega-museo de la ciudad. 

Foto cedida. 
Lo propio sería que el monumento de Navarra volviese al estado originario, como ocurre en tantísimos lugares de la vieja Europa; que conservase su ser y función original, y que mantuviese la voluntad de quienes lo construyeron, mantenida a su vez durante diversas épocas de su larga historia. Sólo así el monumento estará protegido de nuevas miserias humanas como fue la profanación conocida por todos para vergüenza de Navarra y la diócesis de San Fermín. Luego dicen que en el arte cabe todo, sí, como la llamada performance que supuso una sacrílega profanación mantenida desde noviembre de 2015 a enero de 2016. Hoy se deja hacer salvajadas según quién actúe en sus excesos. Unos dicen y hacen barbaridades, mientras que otros están a ajo y agua. A esto ha llevado una continua dejación, cobardía y comodidad de ciertas élites y grupos, que ocupan el poder y lo transmiten a la sociedad. Pues bien -y como siempre-, para conseguir que el monumento vuelva a su origen, debe ejercerse la imaginación situada en su propio marco en vez de ir a "soluciones" aparentes y fáciles.

Dichos 13 se ponen muy serios y creen que así solucionan lo principal: el odio que algunas élites que incluso ocupan las instituciones, y que nos azuzan contra el Monumento y contra Navarra misma ya en cuanto tal ya en lo que es. 

Y a su vez dichos 13 (a quienes aprecio) dicen algo que no es verdad: 

1º Dicen que el monumento fue erigido para perpetuar la memoria de uno de los bandos de la guerra, cuando lo que en realidad se quiso fue perpetuar el sacrificio heroico de gran parte de Navarra y de casi 5.000 navarros que dieron su vida, en lo que fue Cruzada, 
2º Dicen que la desacralización y la retirada de restos mortales ha sido una "despotilización",
3º Dicen que el nuevo mega Museo llevará a "reconciliarnos con nuestro pasado". 

Me pregunto si dirían lo mismo en otras situaciones. Llevan abandonando el monumento durante una barbaridad de décadas y ahora tocan la alarma con su talismánica y supuesta solución. Diario de Navarra les rinde sus páginas. También es chocante que, tan preocupados ahora por el futuro monumento cuando los talibanes se ponen en acción, nunca hayan acudido al lugar, así como a los actos religiosos celebrados en la basílica del monumento y ahora en su bendita Cripta. Actúan como conservadores, y quizás crean que son imparciales, y que la supuesta "imparcialidad" consigue apoyos. Yo creo que el pueblo no hace caso a las posiciones vergonzantes, que además entran en contradicción consigo mismas.

¿Tan complicado es decir que mucho antes de 1978 ya estaban todos reconciliados, que nuestros padres -republicanos o no- tendían a no enredar sobre la guerra, y tantas otras cosas? ¿Tan difícil es mostrar quién y por qué azuza y crea heridas irreparables? Miren: sólo la verdad -no ocultarla, ni decir medias verdades- sobre el monumento y sobre lo que fue, dará instrumentos para mantener el bien de las cosas y la convivencia. Desde luego, es imposible que no haya problemas cuando los talibanes occidentales y hábiles manipuladores se hacen o les hemos dejado hacerse imprescindibles entre nosotros. Pero ahí está de nuevo el saber gobernar y la imaginación para solucionarlo. Y miren también: sólo quienes trabajan por una causa, son firmes en lo que viven, dicen y hacen. Y creíbles. 

Ramón de Argonz 
Pamplona/Iruña 30-I-2017

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