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"El Supremo da luz verde a exhumar ya a Franco porque no hace falta licencia urbanística – El País
El Tribunal Supremo ha dado luz verde al procedimiento de profanación del cadáver del general Francisco Franco, en la medida en la que se considera que el plan de la Administración Sánchez es competencia exclusiva de la misma, no requiriendo para ello, ni siquiera, una licencia de obras a expedir por parte de un consistorio (tampoco encuentran irregularidades tras la lectura del informe del gobierno regional en base a la normativa de sanidad mortuoria). Y probablemente esto tenga lugar en la madrugada del seis al siete de octubre".
Como todo Gobierno pre totalitario, que desea hacer méritos fáciles de cara a la galería, a la clientela política y es amigo de la demagogia, ahora se habla de los "derechos limitados", y se afirma que en la práctica los pueda limitar el Gobierno de turno por razones ideológicas.
Lo más curioso es la satisfacción unánime del Parlamento de Navarra ante la decisión del Tribunal Supremo de exhumar por restos del general Franco. Así lo dice la prensa local (DdN, 1-X-2019).
Pues miren, señores de Navarra Suma y otros, no hace falta se franquista ni amigo de la denominada dictadura para rechazar la exhumación del Jefe de Estado el general Franco, a todas luces ideológica y que anuncia una cadena de arrebatos de mentes poco o nada liberadoras. Que un comunista o separatista vaya por estos derroteros, se comprende algo, a pesar de lo mucho que se beneficiaron materialmente del tremendo progreso económico y social de aquellos años, pero que actúen así muchos que ya conocemos, produce cierta perplejidad por lo muchísimo que se beneficiaron de los Gobiernos anteriores a 1975.
Otra cosa; que ciertas personas y grupos del Parlamento de Navarra se consideren demócratas de la democracia liberal es el colmo de la desfachatez. Y lo mismo diremos del Sr. Sánchez, señor abortista, amigo de suprimir a los padres la patria potestad, y simpático también con el camarada Maduro.
Mientras tanto, no pocos carlistas o tradicionalistas fueron perseguidos por el Régimen por ser contrarios al partido único, al antiforalismo (salvo en el caso de Navarra), al centralismo, al permisivismo ideológico y moral a partir de ciertas fechas, a la tecnocracia y a la falsa solución monárquica en don Juan Carlos de Borbón, en cuya magistratura ha dado de sí todo lo que se pensaba que iba a dar.
En fin, el mundo al revés, pues llama la atención que los tradicionalistas carlistas, perseguidos por el Régimen, sean precisamente los que se oponen a la parodia de la exhumación de los restos mortales de Franco, generalísimo y jefe de Estado. Si el emperador Carlos V se opuso a maltratar los restos del rebelde Lutero, Napoleón declaraba cobardes a los que se enseñaban con los muertos.
Para demagogia estamos servidos en España y Navarra en ella, en una política en la que algunos mandan y los acomplejados se muestran serviles y acorralados por no haber sabido salir a tiempo al debate público.
J. G. de B.
Lo más curioso es la satisfacción unánime del Parlamento de Navarra ante la decisión del Tribunal Supremo de exhumar por restos del general Franco. Así lo dice la prensa local (DdN, 1-X-2019).
Pues miren, señores de Navarra Suma y otros, no hace falta se franquista ni amigo de la denominada dictadura para rechazar la exhumación del Jefe de Estado el general Franco, a todas luces ideológica y que anuncia una cadena de arrebatos de mentes poco o nada liberadoras. Que un comunista o separatista vaya por estos derroteros, se comprende algo, a pesar de lo mucho que se beneficiaron materialmente del tremendo progreso económico y social de aquellos años, pero que actúen así muchos que ya conocemos, produce cierta perplejidad por lo muchísimo que se beneficiaron de los Gobiernos anteriores a 1975.
Otra cosa; que ciertas personas y grupos del Parlamento de Navarra se consideren demócratas de la democracia liberal es el colmo de la desfachatez. Y lo mismo diremos del Sr. Sánchez, señor abortista, amigo de suprimir a los padres la patria potestad, y simpático también con el camarada Maduro.
Mientras tanto, no pocos carlistas o tradicionalistas fueron perseguidos por el Régimen por ser contrarios al partido único, al antiforalismo (salvo en el caso de Navarra), al centralismo, al permisivismo ideológico y moral a partir de ciertas fechas, a la tecnocracia y a la falsa solución monárquica en don Juan Carlos de Borbón, en cuya magistratura ha dado de sí todo lo que se pensaba que iba a dar.
En fin, el mundo al revés, pues llama la atención que los tradicionalistas carlistas, perseguidos por el Régimen, sean precisamente los que se oponen a la parodia de la exhumación de los restos mortales de Franco, generalísimo y jefe de Estado. Si el emperador Carlos V se opuso a maltratar los restos del rebelde Lutero, Napoleón declaraba cobardes a los que se enseñaban con los muertos.
Para demagogia estamos servidos en España y Navarra en ella, en una política en la que algunos mandan y los acomplejados se muestran serviles y acorralados por no haber sabido salir a tiempo al debate público.
J. G. de B.
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