Imagen tomada del digital "Ahora-Información" |
Esta prolongada iniciativa de la Hermandad en el tiempo es francamente emocionante y refleja que los caminos de la verdad y del bien siempre son transitados, y que en él los jóvenes relevan gozosos y esperanzados a sus mayores.
Hay que agradecer mucho a esta Hermandad porque ella cuidó, mantuvo materialmente, y atendió espiritualmente con el Via Crucis y la Santa Misa, el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada.
Mencionemos ahora los estragos de la pandemia del Coronavirus. El vacío humano que se aprecia en las imágenes a la una del mediodía, es poco con los males que están por venir, debido al hundimiento que esta pandemia supone para el mundo laboral, las empresas y la economía. Hay que rezar, rezar y rezar a Cristo Jesús, mientras se agradece la entrega y servicios de sanitarios, transportistas, farmaceúticos, seguridad... y -cómo no- la Iglesia y los que han entregado sus vidas en ella, que aplican todos sus esfuerzos a favor de sus conciudadanos.
F. de M.
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