Festividad
DICE un biógrafo que la extensión del Reino de Dios era para ese joven navarro lo único que le interesaba. Un Reino de Dios que empieza a levantarse en este mundo. Y ya se sabe: el reino de los cielos es de los esforzados, de quienes ponen toda la carne en el asador.
Este joven y modelo de jóvenes, es un foco de atracción de todos los desencantados en un mundo de mentiras, que tienen la osadía de querer transformar radicalmente nuestra sociedad y reconstruirla desde los cimientos. Para ello se debe poner siempre por delante y en el frontispicio de todas las actuaciones, el nombre de Dios Nuestro Señor, para responder así a lo que las necesidades requieren en esta gran empresa.
No nos cabe duda que los males presentes, el paro, el desencanto y la corrupción en las élites, son fruto de habernos separado de Dios y del Reino de justicia, amor y paz que predicó nuestro Señor.
Stolz representó a San Francisco de Javier, nuestro joven de hermanos agramonteses, en su pintura de la cúpula del monumento de Navarra, con elegancia, un singular brío, y una gran capacidad atracción dadas con el ejemplo y la palabra.
Menos hablar y mucha más fe que mueve montañas, menos distracciones y pasatiempos y más alegría compartida, menos comilonas y más penitencia.
F. de M.3-XII-2020
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