viernes, 17 de julio de 2020

¿A quién es el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada?

Hemeroteca


"Diario de Navarra", 6-XI-1988





























































Hoy día parece que se olvida todo. Es más, algunos recuerdan algunos hechos pero para tergiversarlos, y, esgrimiendo una parte de razón, renuncian al resto, se olvidan de la mayor, y hasta incitan a un agrio desencuentro. Durante estos últimos años, e incluso este mismo 2020, no pocos libros de alcance local hacen esto último, reabren heridas ya cerradas por la gente antes de 1970, y traen dolor al alma.

EL MONUMENTO de "Navarra a sus muertos en la Cruzada" se erigió para tener siempre presentes a los que dieron su vida en el Frente de batalla. A los que dieron su vida por la supervivencia como individuos, familias y pueblos, frente el despiadado acoso de la Revolución marxista-leninista inspirada por Stalin. A los que la dieron por la Religión católica, por sus familias, por España, por los Fueros de Navarra y por la monarquía. Todos ellos lo hicieron por Dios y por España, por una Navarra foral -incluso a su modo los no pocos nacionalistas vascos que, no lo olviden, se sumaron al alzamiento-, y, los tradicionalistas, por el rey legítimo, en ese caso S.M. don Alfonso Carlos I. 

Hemos seleccionado algunos artículos de 1988 y 1989 para recuerda del lector. 

El monumento de Navarra lo levantaron la Diputación Foral del viejo Reyno y los navarros. No se levantó el monumento contra nadie y contra nada, ni para generar olvidos ni excluir el sufrimiento ajeno. Tampoco se pretendió con ellos hacer la cuadratura del círculo. 

No olvidemos que de anteayer es la alcaldía que no quiso organizar el rezo del responso por el alma del Excmo. Sr. Pablo Sarasate, hijo adoptivo de Pamplona, el día de Todos los Santos, que además es precisamente el rezo del responso que él quería a su muerte. Esto es cambiar la voluntad de los demás, que fundan realidades, cuando no coincide con la propia. 

La conciencia popular y las élites habían respetado durante mucho tiempo a los carlistas en armas, esto es, a los requetés. Pero ahora los quieren malear "a ciencia (?) y conciencia". Hoy se utilizan muchos datos nimios con apariencia positivista pero para reorientar los datos con uno a priori inconfesable, utilizando un vocabulario literario. 

Ya sabemos que en el siglo XIX hubo élites liberales que acusaron a los carlistas de todo lo innoble y de lo que no fueron. El que pierde, paga, incluso con el honor. Hay libros más agrios que los del propio Pirala, cuyas historias están escritas muy tendenciosamente, y vituperan ideológicamente a los carlistas o la España tradicional. Libros como estos crearon una historia oficial -respondida con acierto aunque con poco poder por los carlistas- de la que beben los manuales de historia de alumnos de Secundaria, de Bachillerato e incluso universitarios. 

Ayer algunos arremetieron contra los carlistas convirtiéndoles en antecesores o conniventes con los nacional-separatistas. Otros les asemejaban a los amigos de ETA, o acusaban directamente de precedentes de los etarras. Miguel Garisoain y Domingo Fal-Conde salieron al paso de algunos exabruptos en el ABC de 1988:


Hoy, después de unas décadas de silencioso respeto, de repente se oyen voces contra los requetés, acusándoles de lo que no hicieron, pues estaban en el frente de batalla. 
Javier Morte Francés, "Diario de Navarra" 27-I-2000



J. G. de B. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario