martes, 7 de julio de 2020

La muerte de los generales Mola y Sanjurjo, y del rey Alfonso Carlos I

Historia

El general Mola, general en jefe del Ejército del Norte, falleció en accidente de aviación, en acto de servicio, en Alcocero de Mola el 3 de junio de 1937. 

El general Sanjurjo, cabeza moral que iba a ser de la sublevación contra la Revolución marxista que estaba devorando la República, también falleció en un accidente aéreo en Cascais junto a Estoril, el 20 de julio de 1936. 

Los jefes carlistas pactaron con Mola unas condiciones para el alzamiento gracias a Sanjurjo que estaba desterrado en Lisboa  como consecuencia de la Sanjurjada. Sin Sanjurjo ni Mola en este mundo, el general Franco ignoró dicho pacto con los carlistas. En 1937 decretó la Unificación que tanto rechazo provocó entre los carlistas. Más aún, según Julio Aróstegui, ser carlista no fue una buena credencial durante el régimen de Franco. 

Entre el fallecimiento de ambos generales, y más próximo al de Sanjurjo, murió Alfonso Carlos I, atropellado en Viena por un camión militar, el 29 de septiembre de 1936. 

He aquí tres jefes anticomunistas, Mola republicano, Sanjurjo monárquico aunque gracias a él llegó la República, y Alfonso Carlos I rey legítimo en el destierro. 

Paradojas de la Historia, el rey legítimo en el destierro quiso venir a España, mientras que el rey ilegítimo en España quiso ir al destierro. La dinastía carlista levantó decenas de miles de hombres voluntarios contra la revolución comunista a las puertas, mientras que la dinastía isabelina o alfonsina no levantó a nadie porque nadie había con ella. 

Nadie dijo que los comunistas perdonan. Primero se alían con unos contra otros, y luego, expulsados estos últimos, se revuelven contra sus aliados primeros. Que lo sepa "Diario de Navarra". Y también el público lector. 





Extraña tanta coincidencia las tres muertes, aunque falten pruebas de un complot.

Doña Carlota, hija del doblemente laureado Sanjurjo, se portó con fidelidad y lealtad ante la bárbara exhumación de los restos de su padre por el anterior y coyuntural alcalde de Pamplona. Dijo limpiamente las verdades a hombres de la Iglesia y del Estado. Tal dama falleció hace unos pocos meses. Nos duele que ese día el Jardinero divino haya cortado las mejores flores de su jardín. Descanse en paz

No es la dialéctica de la Historia, sino la manipulación e ideologización en unos, y el espíritu traidorzuelo y pesetero  en otros, lo que decreta la revancha

De cualquier manera, fue el pueblo de alpargata, católico y amante de su patria y libertades, y en Navarra de sus Fueros milenarios, el que hizo innecesario en España la Peresroika y el Glásnost finiseculares planteados por Gobarchov para la URSS. El pueblo siguió a la Diputación Foral de Navarra convertida en el primer voluntario




"¡Volveré!" afirmó S.M. Carlos VII en su salida por Dancharinea en 1876.
Prometió y volvió. ¿Qué dicen las malas lenguas liberales que "no volvió"?
Volvió su hermano Alfonso Carlos, volvieron sus veteranos, y volvieron los hijos de estos así como  otros muchos que se sumaron con entusiasmo.

Ramón de Argonz




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