HOY comienza la primera Javierada, que se extiende al Vía Crucis, confesiones y Santa Misa en la explanada delante del castillo de mañana día 10. El tiempo es magnífico para la marcha. Los peregrinos, muchos de ellos jóvenes, caminan con ánimo. Los hay de todos los lugares. Cada vez vienen más fieles de fuera de Navarra en alegre peregrinación, tanto por el crecimiento de un nuevo fervor como por el desarrollo de las comunicaciones.
La persona de Javier -nuestro paisano y hermano mayor-, la cuna de Javier que es su castillo con su Cristo, su personal estilo recio y entusiasta, y su título de patrón de las misiones en el lejano mundo y en el nuestro también, están de moda.
Pero más allá de las modas, de las promesas personales y de la alegría juvenil, lo que nos importa a todos es el Evangelio, la Buena Nueva predicada por Javier, mientras sus pasos y el eco de bendiciones llegan hasta nosotros. Dios y audacia, leíamos en ese libro de mesilla titulado El valor divino de lo humano.
¿Quién comenzó la peregrinación con ánimo de hacerse estable? Fue la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz.
En 1886 la Diputación Foral de Navarra convocó una marcha al castillo en acción de gracias a San Fco. Javier por no haber sufrido la epidemia del cólera que azotaba otros lugares.
El 3 de diciembre de 1936, un buen grupo de voluntarios requetés de la Cruzada, llevó a su cumplimiento la promesa de peregrinar a Javier en acción de gracias si salían con vida de la cruenta guerra. Fueron de noche y la peregrinación fue durísima.
El 26 de diciembre de 1939, Mons. Olaechea fundó la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, que es canónica y sin filiación política hasta hoy, en el monasterio de Irache. Hermandad ésta que algunos persiguen hoy con tremenda saña. ¿Mos acordamos?
El 10 de marzo de 1940 dicha Hermandad protagonizo la primera Javierada. Monseñor Olaecha no sólo les bendijo, sino que les pidió y estimuló a que hiciesen la marcha a Javier. Sin duda mons. Olaechea comenzaba a desarrollar su pensamiento apostólico. Había que levantar la fe desde sus cimientos y recristianizar Navarra, España y el mundo.
La labor misionera de Navarra fue una consecuencia directa del fervor religioso de aquella época -que también hizo su Cruzada contra el comunismo ateo-, por lo mismo que según Tertuliano la angre de los mártires era la semilla de nuevos cristianos. La persecución religiosa por entonces está en mente de todos.
Con cinco mil personas en el castillo el citado 10 de marzo de 1940, los caballeros aseguraron con éxito futuras convocatorias diocesanas para toda Navarra. Así, la convocatoria de 1941 fue con asistencia de toda la Diócesis, y fue encargada tanto a la HCVC como a la Acción Católica. Con el tiempo, la responsabilidad de la organización recayó sobre esta última, mientras que la Hermandad mantenia simultáneamente sus peregrinaciones. Hasta hoy, feliz 2019.
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| Monumento de Navarra el 9 de marzo de 2019 |
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| Monumento de Navarra el 9 de marzo de 2019 |
F. de M.
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