jueves, 1 de julio de 2021

Chocante y aberrante agravio comparativo

Opinión

Leemos en la prensa la noticia que, los políticos de Pamplona, no se ponen de acuerdo sobre este edificio que muchos lo consideramos monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. No se ponen de acuerdo imbuidos por fobias y presiones, por deslealtades y medias palabras, por cálculos y amiguismos políticos que rinden tributo a la partitocracia, y desde luego que alejados de la realidad y el respeto que merece el pasado.

Algunos serán tan flojos y entreguistas, y otros tan hipócritas, que basta que este monumento se considere socialmente como lo que fue para todos, que arremetan de nuevo contra él. Quieren borrarlo de nuestra memoria y para ello de nuestra vista. 

A este bello monumento, sobre todo en su interior, ellos lo llaman Los Caídos, y nosotros lo llamamos por su nombre -aunque sea más largo-: monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Hoy, con llamarle el monumento, nos entendemos y los perezosos pueden abreviar. 

Aquí está la primera noticia: Navarra Suma y PSN pactan la reforma de los Caídos al margen de Bildu en www.noticiasdenavarra.com (28-VI-2021).

Ahí la segunda: El proyecto de Los Caídos, en suspenso tras el voto en contra  del PSN www.diariodenavarra.es (30-VI-2021). 

¿Puede estar una realidad tan importante como el monumento de Navarra al albur del criterio y oportunismo de unas oligarquías como el PSN, u otras cualquiera, en el juego de cromos de la actual politiquilla? ¡Ah cuanto debe el PSOE a los pro etarras y separatistas! 

En Pamplona no cuentan mucho los pamploneses, en Navarra no cuentan los navarros, por lo mismo que en Cataluña no cuentan los catalanes... sino que quienes cuentan son los grupos de presión, las oligarquías partitocráticas, los intereses dentro del triángulo formado por el odio, el dinero y el poder, las fobias de sectas ocultas, discretas e inconfesables....  Hemos creado una sociedad hipócrita y el ambiente político, enrarecido, está fuera de la realidad. Es el efecto Sánchez, pero también es el sistema

Pues todo es muy fácil: dejen primero el monumento como está, respeten íntegramente sus bajos y la cripta de ayer hasta la cruz que lo corona en lo alto sobre la hermosa linterna, no tengan miedo a sacar luego a la vista todo lo que está vergonzosamente tapado -por ejemplo, los nombres de casi cinco mil navarros muertos en el frente-, y abran temporalmente exposiciones culturales de lo más dignas como tales y en función del lugar, atractivas y apropiadas al marco. La exposición de A.A. allá por 2015-2016 fue una infamia, una provocación, y los navarros no supieron portarse adecuadamente ante el gravísimo hecho, salvo una minoría que fue pronto paralizada desde arriba. No entendemos eso de hacer un desagravio en la catedral y dejar después día tras día el mal en la escena pública y así durante semanas. 

¿Se imaginaría Vd. qué se diría, qué ocurriría, qué se haría, de tratarse de un monumento dedicado a las llamadas milicias populares socialistas, comunistas y anarquistas, a los gudaris vizcaínos y guipuzcoanos de Aguirre que en realidad pactaron con los comunistas, o a los brigadistas internacionales traídos por el hermano Stalin?

Estamos asistiendo a un aberrante agravio comparativo que pasará a la historia. 

Este interrogante lo planteamos a las élites de todos los partidos, desde los ultraizquierdas a la "centrista" coalición Navarra Suma. Todos ellos han decepcionado a los amigos del monumento de Navarra y a no pocos navarros. 

Estamos asistiendo al propósito calculado de borrar el pasado y el ayer histórico, mejor aún degradarlo, y humillar a la Navarra de siempre. Para ello se ha seguido la técnica de confundir unos temas con otros, siempre dolorosísimos para todos, y focalizar en Navarra y olvidarse lo ocurrido en Vizcaya y Guipúzcoa, o en Barcelona, Valencia y Madrid. Pero no seremos nosotros los que entremos en esta dinámica perniciosa para el entendimiento del pasado y para la vivencia del presente, dinámica que sigue el esquema marxista de utilizar la historia como arma o herramienta política -puro voluntarismo a conveniencia-, el enfrentamiento, y un nuevo guerracivilismo. Durante tres décadas habían guardado un aparente respeto y, de repente, de forma calculada y artificial, han hecho estallar el polvorín. 

Muchos han sido los engañados. Muchos los que se han dejado engañar. No pocos han sido los presionados, como el sr. arzobispo de Pamplona en 2016, antes o después. Y no hace falta ser un lince para apreciar el lavado de cerebro colectivo de los navarros, lavado de cerebro en el que, por miedo y oportunismo, tantos colaboran. Tampoco hace falta ser un águila para conocer la vergüenza ajena que pasan muchos navarros con el tema del monumento

Un pueblo que prescinde y reniega sentimentalmente de sus abuelos, un pueblo que no quiere hacer memoria y hasta reniega de esta última facultad intelectual, un pueblo que incluso acepta el discurso dominante -muchas veces mentiroso- impuesto en los medios de comunicación, un pueblo con miedo a las presiones callejeras , un pueblo humillado... ¿qué sentido tiene? Está a merced de cualquier conquistador. Es cosa de tiempo. Una vez más, el marxismo facilita el proyecto de los nacionalistas separatistas. Por eso unos y otros se apoyan mutuamente, como antaño. Ahora bien, auguramos que a los separatistas sólo les quedará la banderita, el txistu y el tamboril. El navarro, el vasco y el vasco-navarro se parecen hoy mucho más a uno de Boston que a sus padres y abuelos. Para este viaje no se necesitan estas alforjas. 



F. de M.

1 de julio de 2021

No hay comentarios:

Publicar un comentario