miércoles, 19 de diciembre de 2018

La imagen del "currela" y la lectura del abuelito.

REPORTAJE

ESTE ES OTRO día muy de mañana, cuando el sol ya ha salido y los rayos del astro rey empiezan a colorear nuestros cielos. 
Así, alguien de nuestra "galaxia" lo envía a los amigos, también "currelas" que van hacia sus puestos de trabajo:  




Mientras tanto, el abuelito tiene tiempo para leer el magisterio de V. I. Ulianov (Lenin) en Dos tácticas (La socialdemocracia en la revolución democrática), Madrid, Ediciones Europa-America, Imp. Marsiega (intervenida por los obreros), 88 pp., "Pequeña Biblioteca Leninista" nº 2. Este libro es de 1937 o anterior, se editó en la España roja, y se vendió a mansalva con otras obras de Lenin, de Stalin, de Marx y Engels (las llamaban "Lecturas de actualidad") y de Dimitrof (Frente popular en todo el mundo). 




¿Qué enseña Lenin y qué ponen en práctica los comunistas en España con apoyo directo estalinista?

"La victoria decisiva de la revolución (...)" es la dictadura revolucionaria democrática del proletariado y de los campesinos (...)
Y esta victoria será precisamente la dictadura, esto es, deberá apoyarse inevitablemente en la fuerza armada de las masas, en la insurrección y no en tales o cuales instituciones creadas de un modo "legal" y "pacífico". Esto puede ser sólo la dictadura, porque la realización de las transformaciones necesarias de un modo inmediato e inevitable para el proletariado y los campesinos, provocará una resistencia desesperada (...). Sin la dictadura sera imposble quebrantar esta resistencia, rechazar las tentativas contrarrevolucionarias. Pero esa dictadura será democrática, no socialista, la cual no podrá atacar (sin una serie de grados intermedios del desarrollo revolucionarios) las bases del capitalismo. En el mejor de los casos, podrá instituir un nuevo y radical reparto de la propiedad de la tierra en beneficio de los campesinos, realizar un democratismo consecuente y completo hasta la república, arrancar de raíz todos los rasgos asiáticos, no sólo de las condiciones de existencia campesina, sino también de las de la fábrica, iniciar un mejoramiento serio de la situación de los obreros y la elevación de su nivel de existencia, y, finalmente, last but not least transportar el incendio revolucionario a Euopa. Esta victoria no transformará en lo más mínimo nuestra revolución burguesa en socialista (...); pero, sin embargo, la importancia de esta victoria será gigantesca para el desarrollo futuro (...) de todo el mundo. Nada elevará hasta tal grado la energía revolucionaria del proletariado internacional, nada reducirá de un modo tan considerable la senda que conduce a su victoria completa, como esta victoria decisiva de la revolución (...)". 



Esta era la dirección y estos eran los trabajos tomados por el partido comunista leninista en España, el de Carrillo y la Pasionaria, o bien por el partido comunista trotskista del POUM, exterminado por los estalinistas. También diremos del PSOE claramente escorado con Largo Caballero hacia el estalinismo. El partido comunista pensaba actuar con rapidez, y aprovechó la guerra española para hacerse con las riendas del poder. Dentro del bando republicano estallaron varias revoluciones como la comunista y anarquista. En efecto, la verdadera revolución no era para Lenin la revolución "burguesa" de diversos partidos republicanos e incluso del anarquismo -a punto de ser exerminado por los comunistas como los del POUM-, sino la instauración del socialismo proletario, aunque para alcanzar esa meta se debiesen hacer ciertas concesiones siempre que diesen el triunfo final. 

La dictadura democrática (burguesa y  con elementos de propiedad privada de hecho) daría inexorablemente paso a la dictadura socialista del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, culmen, según la "doctrina", de la verdadera democracia. Dictadura: ¿del pueblo?, ¿por el pueblo?, ¿para el pueblo?

Al caos calculado y al camino acelerado hacia la revolución desde febrero a julio de 1936, se opusieron los navarros que salieron con rapidez hacia Madrid. No obstante, falló su cálculo de que todo iba a ser rápido, sustanciándose una  guerra con diferentes frentes de batalla. Y que no mezclen a los 42.937 navarros que salieron al frente -de una población total de 345.883 navarros- y los 4.704 que no regresaron a sus hogares, con las calamitosas y odiosas represiones de retaguardia, que es la táctica seguida por quienes quieren embadurnar y borrar la memoria de los navarros que optaron por las libertades fundamentales, por la religión católica y su patria España, frente a la llamada dictadura "burguesa" republicana, la insurrección armada de las masas filo jacobinas, paso previo a la inexorable dictadura "socialista". 


Sin ánimo de establecer paralelismos, nadie en su sano juicio confundirá al soldado republicano, que muchas veces se batió con heroísmo (como se suele decir: que cada palo aguante su vela), con los horrores de las fosas de Paracuellos, las de otros muchos lugares, o de los barcos prisión de Vizcaya y otros lugares de Euskadi (antes Euzcadi) sistemáticamente silenciados hoy día. 

No queremos incidir en esto último, y menor utilizarlo ideológicamente, porque además ya estamos en el año 2.018.

F. de M. 







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