lunes, 12 de septiembre de 2016

Séptimo voluntario: "A Sanjurjo su pueblo"

Páginas de Historia... 
para la oración y el recuerdo



José Sanjurjo Sacanell.
El pueblo (de Pamplona) a Sanjurjo

Nace en Pamplona en 1872 y fallece en accidente de aviación en Cascaes (Portugal) en 1936.
Fue hijo de un coronel de caballería carlista durante la tercera guerra, Justo Sanjurjo. Era monárquico. A diferencia de su padre él, siguió la línea alfonsina, y estuvo personalmente muy cerca de Alfonso XIII.
Ingresó en la Academia general Militar en 1890 y en la de Infantería en 1893. Ascendió a general en 1920.
Tomó parte en la última guerra de Cuba (1895-1898) y en las campañas de Marruecos frente a los rifeños. Ocupó la comandancia militar de Larache. Tomó el Gurugú en Melilla. Se ganó el sobrenombre León del Rif. Participó en el desembarco de Alhucemas frente a los moros del Rif. Recibió la Cruz Laureada de San Fernando, y los títulos de marqués del Rif y marqués de Monte Malmusí. Fue Director de la Guardia Civil en 1931, y también Director de Carabineros. Llegó a ser Teniente general. Don Alfonso XIII se fue de España y al proclamarse la República se puso en un principio a sus órdenes.
Se sublevó en Sevilla contra el gobierno republicano por la violencia anticlerical, su Constitución sectaria y las llamadas reformas azañistas en agosto de 1932, y fracasó. Por ello fue juzgado y condenado a muerte, lo que se le conmutó por la reclusión durante 30 años en el penal de Dueso. Indultado más tarde en 1934, se trasladó a Portugal. Desde ahí intervino muy activamente en los trabajos conspiratorios contra la República revolucionaria. Dirimió personalmente las diferencias entre Manuel Fal Conde como delegado regio de Alfonso Carlos I y el general Mola. Tomó bajo su responsabilidad la dirección del alzamiento nacional.
Murió en accidente de aviación el 20 de julio de 1936 cuando se disponía a viajar a Pamplona para ponerse al frente del la sublevación por motivos religiosos y por España y los españoles. Se lee que las circunstancias de su muerte fueron las siguientes: “Ante la gran presión del gobierno republicano frente a las autoridades portuguesas, el piloto, Ansaldo, tuvo que trasladar la avioneta de Lisboa a Marinha, y despegar desde un campo rodeado de pinos. El exceso de equipaje hizo que la hélice tropezara con los árboles y que el aparato se incendiara. El piloto ha resultado con heridas leves”. La avioneta “Puss-motj” la puso el general Mola a su disposición. (Crónica del siglo XX, Ed. Plaza & Janés, 1992). En su trágico final, Sanjurjo contaba con 64 años.
El monumento a Sanjurjo en la calle ciudadela de Pamplona se levantó por suscripción popular y se inauguró el 13-VII-1929. Su autor fue Fructuoso Orduna, de gusto clasicista. Al acto no pudo asistir el homenajeado por enfermedad pero sí un pariente suyo. El busto de bronce que fue retirado por el Ayuntamiento de  1988. Ya era suficiente la campaña en África para ser reconocido en Pamplona por sus conciudadanos. Se recuerda a Zumalacárregui y ¿por qué no a Sanjurjo que además era pamplonés? En las retiradas  de monumentos, símbolos etc. los agravios comparativos son tremendos, sobre todo en nuestros días –lo que mucho indica-. Solamente la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra protestó contra la retirada de dicho busto e inició un pleito con el Ayuntamiento, cuya sentencia es digna de leer entera.
En el mes de julio de 1939, el Consejo Foral Administrativo propuso que se practicasen las gestiones oportunas para trasladar a Navarra los restos mortales del teniente general Sanjurjo. 

Dejen a los muertos en paz y con su propia dignidad y ocúpense de los gravísimos problemas de hoy. El programa político de EH Bildu y otros son los muertos.
Navarra está llena de monumentos a los represaliados, mientras tapan y quieren picar los miles de nombres grabados en los muros del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada.  ¿Equidad? ¿Dos o tres varas diferentes de medir?
Esta contradicción indica que todo lo que está ocurriendo es fruto de ánimos vengativos, y acusa más intereses políticos e ideológicos que deseo de justicia y reconciliación. 



Desde hace muchas décadas la reconciliación se fue realizando entre los españoles, cicatrizando casi totalmente avanzada la década de los setenta. Pero ahora los "guerracivilistas" realizan su cometido, a toda costa y aunque sea difamando y con mentiras, que salen gratis. También ha reverdecido lo que hoy día se llama instinto "talibanesco", pues el sr. alcalde deja la puerta abierta a la demolición del monumento de Navarra. 

Sanjurjo fue voluntario y jefe. 

José F. Garralda

* El autor tiene derechos sobre el texto y las tres fotografías. 


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