para la oración y el recuerdo
Severiano Arregui Olalquiaga
“Venció a
la edad con su espíritu”· Así es como reza la inscripción de su austero sarcófago que
se encuentra en la cripta del monumento. Representa a los voluntarios de la
Merindad de Pamplona.
Nació
en Puente la Reina en 1874 y falleció en 1936 con 62 o 63 años.
Contrajo
matrimonio con María Llabrés Piris, que fue médico. El término doctora se repite en la documentación, y
además en una ocasión acompañando a una enferma. Según esto, la familia no
pertenecía al pueblo campesino. El era comerciante. Así pues, y asegurándolo
por la categoría de la esposa, eran personas con recursos.
El
19 de julio Severiano se presentó en Pamplona como voluntario. No fue admitido
por su elevada edad de 62 años. No se arredró por ello, de modo que se enroló
como voluntario en el Tercio Virgen de los Reyes, en Sevilla, dejando a su
esposa e hijas. Y en Sevilla será enterrado.
Falleció
siendo cabo en la toma de Lopera (Jaén) el 28 de diciembre de 1936, en el
primer ataque realizado por las Brigadas Internacionales.
Fue
enterrado en el Panteón de los Mártires o Héroes de la Guerra en el cementerio
de San Fernando de Sevilla, por mediación de don Manuel Fal Conde.
Fue
complicado que sus restos mortales reposasen en Pamplona. Expliquémoslo cómo
fue según las Actas o Crónicas, cartas y cuentas de la Hermandad.
* * *
¿Qué
narra la Crónica de 1959 a 10-XI-1963 (16 fols.)?
Explica
cómo la Diputación tuvo una activa parte en el asunto y aceptó la colaboración
de la Hermandad. Así, el prior de la
Hermandad, don José María Echarri Loidi –que lo era desde 1959-, tuvo que
localizar a los familiares de Severiano Arregui, a lo que le ayudó el Delegado
del Gobierno en Mahón (isla de Menorca).
Enseguida
se entabló correspondencia con la viuda que no obstante quedó interrumpida al
poco tiempo. Se informó de todo a la Diputación Foral, y ante el silencio de ésta
como de la viuda, en la segunda quincena de agosto de 1962, el prior de la Hermandad, por consejo de su
Capítulo, se trasladó a Mahón
(Menorca) con el objeto de romper el impase en que se encontraba el asunto,
“para
averiguar la residencia de los familiares, Vda., e hijas y conseguir la firma
del documento preciso por el cual, la familia o mejor dicho la viuda del señor
Arregui solicitaba la correspondiente autorización para el traslado de los
restos de su esposo a la capital navarra cosa que la hice con fortuna, a Dios gracias” (Carta del prior a José
Yarnoz Larrosa, Pamplona 14-VI-1963).
En
efecto, además de hablar con la familia debía lograr que ésta solicitase los
permisos de la Jefatura de Sanidad de Sevilla. Este viaje se preparó así:
“Antes
de la partida el Caballero Prior notificó al Sr. Secretario de la Diputación,
D. José Uriz su propósito, quien felicitole por la iniciativa, entregándole el
día de la partida una solicitud dirigida al Gobernador Civil de Sevilla para
que la Jefatura de Sanidad autorizase la exhumación de los restos de D.
Severiano Arregui Olalquiaga y traslado a Pamplona y que la debía firmar la
señora viuda de Arregui Dra. Dña. María Labres”.
El
primer contacto in situ fue con la
hija del requeté Arregui, que residía en un pueblecito de Menorca, pues la
viuda que era doctora se encontraba de viaje en Barcelona acompañando a una
enferma. Al regresar la viuda y el mismo día de que el prior hacía su viaje de
vuelta a Pamplona, aquella convocó la entrevista. El encuentro duró más de tres horas; a la viuda se le
entregó la medalla conmemorativa, y ella firmó la solicitud de exhumación y
traslado, mientras mostraba deseos de viajar a Navarra con ocasión del mismo y para
conocer la villa de Puente la Reina, lugar de nacimiento del que fue su marido.
En
las cuentas de la Hermandad del 10-XI-1963, se dice que este viaje del prior y
su estancia en Mahon costó a la Hermandad 3.367 pesetas, y que se gastaron
otras 247 petas en estos significativos detalles:
“Por
abono de tres fotocopias de una carta de la señora viuda de D. Severiano
Arregui Olalquina (sic.), Dra. María Llabrés, por entrega de original a la
Excma. Diputación y fotos obtenidas de dicho requeté y enviadas a sus
familiares de Mahón como obsequio de la Hermandad”
Así
pues, la viuda entregó una carta para la Diputación mientras la Hermandad regalaba
varias fotografías del requeté –que desconocemos- a la familia de Aguirre. Al
año siguiente de nuevo se enviaron otras fotos a la Vda. de Arregui, cuyo gasto
ascendió a 285 ptas.; no hubo más gastos en relación con el traslado.
La
partida de defunción de Arregui estaba registrada en Cazalla de la Sierra. Una
vez en poder del prior, éste entregó ambos documentos –solicitud de
autorización y la partida de defunción- al secretario de la Diputación “para su
ulterior tramitación”.
* * *
Añadamos
algo que no está en las Actas. Por acuerdo de la Diputación con fecha el
7-VI-1963, se designaba al prior José María Echarri Loidi para realizar las
gestiones necesarias para el traslado de los restos mortales. Hubo
contratiempos y costosas y trabajosas gestiones.
Este
año, dicho prior de la Hermandad viajó a
Sevilla por orden de la Excma. Diputación Foral de Navarra, para conseguir
la autorización del Gobernador civil para realizar el traslado,
“”de
los restos (…) desde dicha ciudad a
Pamplona para inhumarlos en el panteón que queda como representación de todos
los gloriosos muertos en la Cruzada que pertenecían a la Merindad de Pamplona”
(Carta del prior a José Yarnoz Larrosa, Pamplona 14-VI-1963).
Y
añade el prior en esta carta: “ahora me cabe el honor de proseguir adelante las
gestiones y volver con los restos si ellas resultan satisfactorias”. De este
viaje no dan razón las Actas, ni las cuentas, pues seguramente lo pagó la
Diputación.
* * *
Las
actuaciones de la Diputación y de los carlistas sevillanos daban mucha
esperanza a la Hermandad, pues continúa la crónica refiriéndose a noviembre de
1963:
“los
restos del requeté Arregui Olalquiaga, todavía no han llegado a su destino
definitivo; pero sabemos que la Excma Diputación está sobre ello y las
gestiones iniciadas en junio esperamos tengan pleno éxito en octubre /o Noviembre/,
pues de ellas se encargaron los carlistas de Sevilla”
Tras
fracasar las gestiones realizadas en Sevilla, actuando “sin conseguir el objetivo”, estas se
interrumpieron esperando reanudarlas en octubre o noviembre de 1963.
* * *
Continuemos
con la Crónica de la Hermandad de los años 11-XI-1963 al 10-XI-1968 (13 fols.).
La
Hermandad persistió en su empeño y el prior, a primeros de Mayo de 1964, sugirió al Secretario de la Diputación Foral, la
conveniencia de interesarse directamente o mediante en enviado nombrado
expresamente por la Diputación,
“en
vista de las dificultades que encontraban los carlistas sevillanos en la labor
de localización de los restos de Arregui y exhumación por parte del Negociado
correspondiente del Ayuntamiento” de Sevilla.
Según
esto, ni las gestiones del Gobernador Civil de Sevilla ni de los carlistas de
esta ciudad habían surtido efecto inmediato. De este modo la Diputación envió al Prior de la Hermandad en calidad de Funcionario.
Después de mes y medio de gestiones se consiguió autorización para exhumar los
restos previamente localizados, que fueron identificados sin dificultad por el
Forense.
Documento y tres imágenes del Panteón de los Héroes de Sevilla, del archivo de la HCVC |
Según
el archivero Javier Baleztena, el 23-VI-1964 se exhumaron los restos mortales
en Sevilla. Hubo un funeral solemne en la catedral de esta joya del
Guadalquivir, al que asistieron las autoridades civiles y militares. Los
encargaron los carlistas sevillanos. El automóvil del traslado lo facilitó la
Diputación Foral. Los restos llegaron a Pamplona la madrugada del día de San Pedro
y San Pablo, el domingo 26-VI-1964, y se depositaron provisionalmente en el
cementerio de la ciudad. La Hermandad solicitó con éxito a la Diputación el
honor de trasladar los restos mortales de Arregui, y el Ayuntamiento puso a
disposición el coche fúnebre de primera clase para efectuar el traslado.
La
Diputación Foral, de acuerdo con la Viuda de Arregui, y a petición de la
Hermandad, fijó el día del traslado para el jueves 30 de julio de 1964. El
traslado se realizó sobre las ocho de la tarde. El coche fúnebre fue escoltado
por el Capítulo Supremo de la Hermandad presidido por su Cronista. La viuda e
hija de Arregui fue acompañada en todo momento del prior de la Hermandad según
dispuso la Diputación. En la plaza del Conde de Rodezno, cuatro capitulares,
precedidos por la Cruz y la bandera, introdujeron el féretro hasta el mausoleo para
el descanso final del que fue el
voluntario de más edad. Estaban presentes las autoridades civiles y
militares, el Ayuntamiento de Puente la Reina, familiares y antiguos
compañeros. En el acto religioso o solemne funeral que precedió a la bajada a
la Cripta, el Capítulo Supremo de la Hermandad ocupó un lugar preferente junto
al Ayuntamiento de Pamplona por disposición de la diputación Foral.
"Venció a la edad con su espíritu".
Veterano que representa
a los voluntarios de la
merindad de Pamplona.
Foto:JFG2016 |
Nuestro
esforzado protagonista “Venció a la edad con su espíritu”· Salir al
defender a Dios y España al Campo del Honor con 62 años supera cualquier medida
y es un acto que entra en el ámbito de los grandes amores e ideales. Es la máxima
entrega de amor, sobrepasando las limitaciones humanas. Es el máximo homenaje a
la paz, porque este testimonio refleja que la situación en España era
insostenible. Pensaban que el “modelo” soviético, enemigo de Dios y la Religión,
internacionalista y supuestamente “de clase” -el todos contra todos-, estaba a las puertas.
Pamplona, 7-IX-2016
José Fermín Garralda
Historiador
Fuentes:
Archivo de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz.
BALEZTENA Javier, "Monumento a los muertos de Navarra en la Cruzada Nacional" 58 pp. (inédito), Archivo de la HCVC
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Archivo de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz.
BALEZTENA Javier, "Monumento a los muertos de Navarra en la Cruzada Nacional" 58 pp. (inédito), Archivo de la HCVC
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